Un grupo de jornaleros son estafados con promesas de trabajo en la vendimia

rociana del condado

Al menos cuatro jóvenes respondieron a la oferta de un individuo en internet que cobró por adelantado los gastos del viaje a Francia

Llegaron a Málaga y no había contratante ni autobús

Dos de los afectados rocianeros, Sergio Orihuela y Juan Antonio Suárez, posan entre vides con sus denuncias.
Dos de los afectados rocianeros, Sergio Orihuela y Juan Antonio Suárez, posan entre vides con sus denuncias. / C. López
Carlos López

08 de septiembre 2017 - 02:02

Rociana/Tirados en Málaga y con 200 euros menos en los bolsillos. Así se quedaron Sergio Orihuela y Juan Antonio Suárez tras ser víctimas de la estafa orquestada por un individuo que les prometió trabajo en la vendimia francesa, previa transferencia bancaria de 85 euros con los que supuestamente se sufragarían los gastos de un autobús que nunca llegó a partir de la estación.

En Rociana del Condado han sido cuatro los jóvenes que han sido víctimas de este presunto estafador, que se presentaba bajo el nombre de Elías Giménez Rosillo. Con la promesa de contratos ficticios logró engañar a cerca de una decena de jornaleros que buscaban un mejor futuro laboral para ellos y sus familias.

El contacto se produjo a través del portal de internet Milanuncios, donde Giménez Rosillo se hacía pasar por encargado de una empresa francesa que buscaba trabajadores para la vendimia en Bédarieux, una población de 6.100 habitantes en el sureste de Francia. Allí los jóvenes tendrían garantizados alojamiento, comida y percibirían un salario de nueve euros la hora.

Sergio Orihuela afirma que en la oferta de trabajo prometían que podrían llegar a ganar "hasta 540 euros semanales". Aunque presuponían que tendrían que llevar a cabo largas jornadas de trabajo, éste era un factor que no les asustaba, como tampoco el hecho de desplazarse a otro país y comunicarse en un idioma que no dominaban. Sus ganas y su capacidad emprendedora superaban estos contratiempos.

A priori, el único inconveniente es que debían sufragar los costes de desplazamientos. La excusa que utilizaba para ello el reclutador era que los beneficiarios de estos futuros contratos habían de desplazarse a la localidad francesa en un autobús que partía desde Málaga, y por cuyo servicio deberían realizar una transferencia bancaria con un importe de 85 euros por persona.

Con todas sus ilusiones intactas, los jóvenes prepararon el viaje, adquirieron calzado adecuado, tijeras de corte y guantes para las faenas agrícolas. Un amigo les trasladó a Sevilla y de ahí se desplazaron en autobús a la estación María Zambrano de Málaga, donde debían estar antes de las diez de la mañana.

Fue al llegar allí y preguntar por el autobús que les debía llevar hasta Francia cuando se encendieron todas las alarmas y se percataron de que habían sido objeto de una estafa. El teléfono que durante un mes sirvió como vía de comunicación con el supuesto encargado dejaba de estar operativo.

La estafa no sólo les afectó a ellos, porque más personas se encontraban allí esperando un transporte que nunca llegó.

Tirados en Málaga, los jóvenes tuvieron que buscar un hostal para regresar a su localidad natal. La indignación era máxima: no tendrían trabajo y malgastaron los ahorros que tenían en busca de un sueño en tierras francesas.

Abatidos, acudieron a una comisaría de la Policía Nacional a denunciar los hechos, donde se les notificó que debían cursar la denuncia en su localidad natal y adjuntar a la misma un número de expediente al que se sumarán todos los afectados.

Los jóvenes rocianeros detallan que el agente que les tomó declaración les indicó que el delincuente habría suplantado la identidad de otra persona, ya que el DNI que les facilitó el supuesto encargado para ganarse su confianza pertenece a un ciudadano que denunció su pérdida.

Los agentes le adelantaron a los afectados que las pesquisas se centrarán en seguir el destino de las transferencias bancarias con las que abonaron los 85 euros.

El engaño se extiende por varias provincias

El presunto estafador podría haber engañado a más de un centenar de jornaleros a los que atrajo con ofertas de trabajo falsas para vendimiar en Francia. Con este mismo modus operandi logró convencer a jornaleros de Granada, Almería e incluso Murcia, prometiéndoles jugosas condiciones laborales y un contrato de trabajo que les permitiría ganar un buen sueldo, previo pago de 85 euros para los trámites y los gastos de viajes. Era para trabajar en Montpellier, en Bédarieux o en cualquier localidad francesa famosa por sus caldos. Según narran Sergio Orihuela y Juan Antonio Suárez, hasta Málaga "llegaron a desplazarse familias al completo que se habían quedado sin dinero y no podían ni regresar" a sus localidades de residencia tras revelarse la estafa.

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