Festival Alcances, 40 años de película con 'Diario de Cádiz'
Las páginas del periódico han recogido la labor de Fernando Quiñones en la puesta en marcha de la Muestra
Una sequía cultural de, hace ahora, 40 años y la ilusión de hacer cualquier cosa que cambiara este panorama animó el nacimiento de Alcances, la Muestra Cinematográfica del Atlántico de Cádiz.
Qué mejor forma que con la palabra de Fernando Quiñones para recordar anécdotas cosechadas a lo largo del festival que ha ido avanzado modestamente pero con paso firme.
En el verano de 1968, Fernando Quiñones viajó desde Milán a Cádiz cargado de ilusiones y "de mi colección casera de pinturas, esculturas, y tres películas", señaló el escritor. Con este material y 6.000 pesetas, Quiñones pretendía despertar la aburrida cultura gaditana. Ese año nació Alcances.
La policía clausuró la edición el primer día con un cartelón de prohibido en la puerta del Colegio de Médicos, en el que debía celebrase los actos. "En ese momento se improvisó una manifestación por la calle Ancha que abordé pensando en la represión violenta y, sobre todo, en que si eso ocurría no se podría pensar en volver a hacer Alcances. Por lo visto, fue la película del cubano Santiago Álvarez Hanoi, martes trece la que provocó la suspensión", comentó Fernando Quiñones en una entrevista realizada por M. Ángeles Robles a Diario de Cádiz con motivo del 25 aniversario del Festival.
Pese a que el autor de Las mil y una noches de Hortensia Romero fue el padre de Alcances, el escritos gaditano añadía que desde 1979 "hay gente que está cargando con el peso del certamen, empezando por Marchante y terminando por el trío integrado por José María Sánchez Villacorta, Rafael Baliña y Enrique del Álamo. Lo justo y lo deseable es que ellos digan de Alcances al menos tanto como yo".
El Fondo de Cultura Hispánica fue el primero en prestar ayuda económica a Alcances y pronto se pidió subvenciones algunas empresas extranjeras, "que aunque eran mínimas aseguraban la permanencia del festival, gracias, sobre todo, a la respuesta del público que fue tan generosa que animaba a no desmayar".
No obstante, en Alcances casi todo se ha hecho siempre por amistad. "Todo se hacía entre amigos. Juntos confeccionábamos los carteles, repartíamos octavillas, especialmente en Astilleros y en los centros de trabajo. Una de las personas que más ayudó fue Pepe Marchante", comentó Quiñones, que recordó que la edición de 1974 marcó una decisiva frontera en la historia de la Muestra, ya que el nuevo gobernador civil, Antolín Santiago, suprimió las dificultades con la censura y buscó ayuda para ampliar el festival de una semana a un mes. Otros de los logros de Alcances en su inicios fue el intento de devolver al flamenco la importancia y el lugar que merecía y dio lugar a que se creara la peña Enrique el Mellizo.
En 1977, el festival contó con el que fue el primer acto oficial de la embajada de la URSS en España, que envió su agregado cultural a la Primera Semana de Cine Soviético.
Otra anécdota que pasará a los anales de Alcances y que contó Quiñones en el Diario fue que en 1976 se engañó a la Warner para que cediera la película Roma prometiéndole que a la presentación vendría el mismísimo Fellini. La película llegó, Fellini no, aunque envió un cariñoso telegrama que reprodujo Diario de Cádiz.
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