Los vuelos de la Constitución

Un nuevo atasco al izar la bandera de la plaza de Sevilla y unas protestas contra el traslado del árbol en la plaza de la Constitución marcaron los actos programados ayer por el Ayuntamiento

Los vuelos de la Constitución
Los vuelos de la Constitución
Pablo-Manuel Durio / Cádiz

03 de mayo 2008 - 01:00

La gran bandera española de la plaza de Sevilla levantó al fin el vuelo ayer, en una tarde en la que también el no menos grande pájaro de la Constitución se izó en la plaza del mismo nombre. Dos actos programados por el Ayuntamiento de Cádiz cuyo guión seguro que no era el deseado por los miembros de la corporación.

Poco antes de las siete y media de la tarde y a los sones del Himno de España interpretados por 17 miembros de la banda municipal comenzó a izarse la bandera española, de grandes dimensiones, en la plaza de Sevilla. Era la segunda vez que se hacía, después de que el 19 de marzo la rotura de la bandera abortara la operación. Y en esta ocasión, un problema con los cables, que quedaron enganchados, impidió nuevamente el izado, cuando aún faltaba un tercio del mástil. Así que los asistentes dieron por concluido el acto y marcharon a Puertatierra mientras que los operarios reparaban el problema. En unos minutos, la bandera lucía por fin en lo alto del mástil. A la tercera.

La cosa no mejoró en el acto de inauguración del monumento a la Constitución de 1978. En el momento de comenzar, un grupo de apenas una decena de personas con carteles mostraron su contrariedad al traslado del árbol que había en la plaza de la Constitución. Así que el acto a los pies del monumento se exornó con carteles en los que se podía leer 'Quitar el ficus... para esto', 'Un árbol es el mejor monumento' o 'Bicentenario de Teo = rapto de árboles'.

Las protestas se convirtieron en gritos durante las intervenciones del escultor, Luis Quintero, y de la alcaldesa, Teófila Martínez, y estas protestas provocaron a su vez la reacción de otro grupo de asistentes, que recriminaba la actitud de los manifestantes, que interrumpían con cánticos de "monumento no" o "queremos el árbol", silbidos y silbatos las intervenciones y la interpretación del Himno de España.

En el acto oficial, Luis Quintero mostró su agradecimiento "a todos los que han apoyado este proyecto" y deseó que el monumento "eleve su vuelo y otorgue libertad a quienes lo necesitan". Para ello, el Ayuntamiento ha dispuesto un sistema de envío de mensajes de móviles cuyo coste se destinará a Amnistía Internacional. Por cada SMS se abrirá la puerta del monumento, aunque el número que hay que marcar aún no ha sido facilitado.

Teófila Martínez explicó que el monumento inaugurado ayer tiene que estar enclavado en ese lugar, pues el nombre de la plaza es el más propicio para ello, si bien precisó que en principio se iba a colocar en la zona ajardinada del centro de la Avenida, lo cual se modificó al entender que ahí podía "entorpecer la contemplación de las Puertas de Tierra". También tuvo palabras la alcaldesa en su última intervención para el grupo de protestantes: "para aquellos que quieren contemplar el árbol, lo pueden hacer en el parque de Astilleros", les espetó.

A la alcaldesa la acompañaron la mayoría de concejales de su partido (salvo Castillo, Guerrero y Obregón), a quienes se unieron el almirante de la Flota, Fernando Armada, el subdelegado de Defensa, Joaquín Arcusa, y distintas representaciones de la ciudad, como José Pérez Llorca, además de decenas de ciudadanos que se acercaron a los dos actos.

El vuelo hacia el 2012 siguió ayer con la bandera de la plaza de Sevilla y el pájaro de la Constitución. A ver cuánto dura sin pintadas ni vandalismo.

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