Cubano, disidente y percusionista

acuerdo internacional Excarcelación de presos políticos

Roberto López se encuentra en Cádiz tras recorrer varias ciudades andaluzas · Pide una oportunidad y que las instituciones públicas cumplan con sus compromisos

El disidente cubano, Roberto López, delante del hospital Puerta del Mar hace dos meses, donde estuvo ingresado hasta el 5 de enero tras una intervención en la cadera.
El disidente cubano, Roberto López, delante del hospital Puerta del Mar hace dos meses, donde estuvo ingresado hasta el 5 de enero tras una intervención en la cadera.
Natanael Bello Pedreño / Cádiz

12 de marzo 2012 - 01:00

Roberto López Rodríguez es cubano. Es uno de los 115 presos que se han visto beneficiados -más 647 familiares- por el convenio entre el Estado español y Cuba con la intermediación de la Iglesia de la isla que permite la liberación de estos presos políticos y les otorga un estatus de protección internacional asistida. Tiene 50 años y ahora se encuentra en Cádiz. Según cuenta, se ha pasado diez años en la cárcel por su manera de pensar. "Fue en un momento en que los profesores de música y de medicina teníamos que decir la verdad en el momento en que había que decirla", sentencia.

Es profesor de música, percusionista, y tiene sangre española, los abuelos fueron exiliados españoles, de Pontevedra. Lleva casi un año en España, como dice, "tirado por las calles" y en estos momentos se está recuperando de una operación de cadera tras sufrir un accidente y rompérsela. Tras su hospitalización se encuentra en la calle. En su situación actual reclama "a España nada más que me dé un poquito de posibilidades, lo que quiero es ser profesor de música".



En este tiempo explica que ha subsistido gracias a sus amigos cubanos y a la ayuda del pueblo andaluz. Ha estado cinco meses de recuperación y reconoce que "nunca me planteé dormir en la calle", sobre todo ahora con la complicación de su estado de salud. En principio, agradece la oportunidad que el Gobierno español le dio con esta negociación, de la misma forma que agradece la atención que le han prestado en el hospital Puerta del Mar y en el de San Rafael donde realizó desde el pasado día 5 de enero su proceso de rehabilitación. Pero, "me prometieron piso y 500 euros mensuales". En su reivindicación no pide una gran vivienda con muchas habitaciones, "pido algo pequeño, con un cuarto de baño, para dormir tranquilamente, no pretendo nada". En este momento, no tiene quien le pueda acoger, aunque como explica, "no quiero ser una carga para nadie, si yo no tuviera este problema de la cadera me daría lo mismo dormir en la playa o en cualquier otro sitio". Comenta que ha vivido cinco años en cuba con un par de zapatos y no le supone un problema. Roberto López deja claro que los disidentes "no somos delincuentes comunes, somos defensores de los derechos humanos" y prefiere quedarse en Cádiz porque piensa que "el clamor de Cuba es el mismo clamor de Cádiz, las mismas añoranzas de libertad que tiene Cuba las tiene Cádiz". Explica que no es como esos otros cubanos que quieren ir a Miami y desea asentarse aquí. En este tiempo que lleva en la capital gaditana ha solicitado una cita con la alcaldesa, para obtener alguna asistencia social.

Once meses en los que ha pasado por un centro de acogida que tiene la Cruz Roja en Puente Genil, Córdoba, y por Huelva donde cuenta que estuvo amparado por unos amigos cubanos y la gente del 15M, como en Jerez. En el centro de la Cruz Roja de Puente Genil se produjeron problemas de actitud que le enfrentaron al régimen de conducta y horarios de la institución. A esta situación Roberto López responde que "cómo vas a someter a una persona que ha estado diez años en prisión a un régimen de horarios y exigencias, esa persona viene con una marca".

Sobre estos tipos de huellas habla Valentín Aguilar. Es coordinador del Área de Cárceles de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y desde su experiencia esclarece que "en principio cuando una persona pasa tiempo de privación de libertad sufre un deterioro importante", esto "se acentúa psicológicamente en periodos de más de 15 años". Al concretar en el caso de Roberto López, Aguilar precisa que "en un régimen más severo es normal que en menos tiempo la afectación sea mayor". El coordinador de cárceles de Pro Derechos Humanos añade otros factores: "Imagina que haya tenido problemas de malos tratos, que haya sufrido algún tipo de represión, agresiones...". Para cualquier persona que sufra una situación similar "ese tipo de deficiencias puede ser perfectamente debido a su encarcelamiento".

La dureza del régimen penitenciario afecta a cualquiera que lo haya vivido, en función de la propia experiencia y de la fortaleza de la persona. Valentín Aguilar razona que "las dificultades que se pasan en una cárcel cada uno las manifiesta de una forma". En todo este contexto el disidente cubano Roberto López pide la oportunidad de recuperarse, trabajar y vivir de manera independiente.

stats