Cuando el objeto industrial se convierte en patrimonio
El Cádiz productivo y el del Bicentenario se convertirán en los ejes de un congreso que se celebrará en la capital en octubre
Una grúa pórtico como la que hay en la factoría de Navantia en Puerto Real nace y se instala con una funcionalidad muy concreta. No busca la estética sino realizar un trabajo concreto, en este caso el soporte de materiales y estructuras muy pesadas. Pero cuando la grúa pórtico empieza a formar parte del paisaje urbano de tal manera que influye tanto en el mismo que si desaparece del panorama se siente vacío, cambia la cosa. Ahí es cuando una simple grúa empieza a formar parte del patrimonio. Incluso pueden llegar a convertirse en Bien de Interés Cultural, como ha pasado con las torres de Sevillana de Electricidad que cruzan la Bahía de Cádiz en paralelo con el puente Carranza.
Incluso puede convertirse en motivo de debate y en una entidad, Fupia, que es la Fundación de Patrimonio Industrial de Andalucía. Esta va a llevar a cabo las segundas jornadas de la fundación que tendrán lugar en Cádiz los días 25, 26 y 27 de octubre de este año.
Las II Jornadas Andaluzas de Patrimonio Industrial tienen como principal objetivo facilitar el intercambio de experiencias y la actualización de conocimientos para el rescate y la preservación del patrimonio industrial entre los profesionales, académicos, investigadores y estudiantes que se encuentran interesados en esta materia.
Este foro se orienta principalmente a arquitectos, urbanistas, ingenieros, historiadores, arqueólogos, sociólogos, museólogos, empresarios y profesores de diferentes niveles educativos, además de a aquellas asociaciones que tienen en el patrimonio industrial su ámbito de actuación. Durante la realización del seminario se visitarán los paisajes de la producción naval en la bahía de Cádiz: del Arsenal de la Carraca al Museo de El Dique en Puerto Real. Ayer se presentó en la Universidad de Cádiz y como anfitriona estuvo la vicerrectora de Proyección Social, Marina Gutiérrez.
La elección de Cádiz como ciudad sede de estas Jornadas no es casual según ha explicado Julián Sobrino, vicepresidente de la fundación. A su juicio, "todo el proceso que se vivió en Cádiz en 1812 llevaba aparejada la gran transformación técnica que venía desarrollándose desde mediados del siglo XVIII". Este foro servirá, según ha manifestado, "para poner en valor el importante papel que jugó Cádiz en la primera industrialización en sectores como el textil, naval y vitivinícola, entre otros", y ha destacado "la importancia de las expediciones científicas del Nuevo Mundo para este proceso de modernización".
Las áreas temáticas de las ponencias de estas Jornadas versarán sobre 'El patrimonio de la primera industrialización andaluza: paisajes, arquitecturas, máquinas, modelos socioeconómicos y estructuras simbólicas'; 'La bahía de Cádiz y los inicios de la revolución industrial: barcos, vinos, tejidos y ferrocarriles' y 'Nuevos enfoques sobre el patrimonio industrial y estudio de casos'.
Uno de los principales ejemplos sobre patrimonio industrial está en el Museo del Dique en Navantia Puerto Real. Su director, José María Molina, recordó ue llevan 20 años recopilando y estudiando toda la documentación que tienen sobre el astillero de Puerto Real y aseguró que es una de las primeras intervenciones de este tipo que se han dado en Andalucía. En este sentido, se ha hecho la recuperación de los bienes muebles y también el patrimonio documental de los últimos 135 años. Precisamente este museo ha obtenido algún premio nacional por ello.
A pesar de todos los trabajos que está haciendo esta fundación sigue habiendo aspectos que chirrían. Por ejemplo lamentan que haya molinos de mareas que no se salvaguardan como deberían. El del río Arillo es un buen ejemplo de ello ya que está prácticamente en ruinas y apuntalado esperando a que el Ministerio de Medio Ambiente actúe sobre el mismo después de que fuera rechazado el proyecto municipal.
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