El proyecto de plaza de Sevilla sigue sin concretar las fechas

El gran proyecto de la plaza de Sevilla tendrá que esperar al menos un mes más para tener un calendario más concreto de obras. En la mañana de ayer se constituyó en el Ayuntamiento de Cádiz la mesa de seguimiento del convenio urbanístico para esta plaza con representantes de las tres partes implicadas, Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), la Junta de Andalucía y el propio Consistorio gaditano sin que se sacara nada en claro a pesar de que las dos administraciones públicas habían marcado en rojo esta cita como fundamental para ir concretando algunos aspectos.

Del encuentro que se produjo ayer quedaron claras algunas conclusiones. La primera es que se van a acometer una serie de tareas previas para que en la próxima reunión que se celebrará dentro de un mes se pueda plantear algo sobre los plazos.

Otro aspecto en el que incidió Adif es la necesidad de llevar a cabo un proyecto de reparcelación con el objetivo de que la institución estatal obtenga la titularidad jurídica de los suelos en los que se va a actuar, ya que la mayoría de los mismos son de propiedad municipal.

Asimismo, también se va a proceder a un proyecto básico de reurbanización y el Ayuntamiento reclamó también que se lleve a cabo un plan de etapas para que todas las administraciones puedan coordinar sus trabajos respectivos.

El objetivo, tal y como señaló ayer Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, es "poder ir trabajando en paralelo para que se pueda ir ejecutando algunas cosas y no haya que esperar".

También se acordó que esta comisión de seguimiento este presidida por Francisco Redondo, delegado de Patrimonio y Urbanismo de Andalucía y Extremadura de Adif. De esta empresa pública también estuvieron representados Manuel Martínez, gerente territorial; y Antonio Noriega, gerente de Planeamiento.

Por su parte, de la Junta acudieron el delegado provincial de Obras Públicas y Transporte, Pablo Lorenzo; la secretaria general de Obras Públicas, Encarnación Velázquez; y la gerente del Consorcio de Transportes, Concepción Parra. Por último, Ignacio Romaní, teniente de alcaldesa de Urbanismo, Alejandro Jones, director de Urbanismo; y el secretario municipal, Antonio Ortiz. También estuvo presente como asesor externo Ernesto Martínez.

Teófila Martínez también aseguró ayer que a partir de ahora comenzarán las conversaciones con la Agencia Tributaria para la reubicación de los trabajadores de Aduanas una vez que sea demolido el edificio, salvo que la Junta lo proteja como Bien de Interés Cultural. Precisamente, a preguntas de los periodistas, Pablo Lorenzo señaló que ese extremo no se ha contemplado porque lo que se vio en la reunión es lo que aparece en el convenio de la plaza de Sevilla y en el planeamiento, es decir, un proyecto donde no aparece el edificio de Aduanas: "cualquier otra cuestión se deberá definir en los órganos que corresponda".

Martínez recordó que dentro del proyecto se encuentra la construcción de algunos edificios administrativos en la pastilla de terreno que se encuentra dentro de la Autoridad Portuaria, entre ellos uno para la Tesorería General de la Seguridad Social. La alcaldesa ya dijo en su momento que hasta que esos edificios nuevos no estuvieran culminados, no se iba a proceder al derribo de los inmuebles como Aduanas o la Casa del Mar.

Ninguna de las tres administraciones implicadas en el proyecto se atrevieron a dar una fecha concreta para el inicio de las obras, aunque la alcaldesa dijo que esperaba que ya para este año se puedan ir haciendo algunas cosas, ya que como reiteraron las tres partes se va a ir trabajando en distintos frentes "de manera que en un momento dado confluyan varias tareas a la vez".

En principio, lo primero que tiene que hacerse es el aparcamiento subterráneo, ya que eso afecta a casi todo lo demás, para lo cual se está haciendo ya el proyecto. Posteriormente habrá que ir trabajando en la rehabilitación del lienzo de muralla, sacar a concurso el hotel que está encima del vestíbulo, el paseo de acceso a la nueva estación y la construcción de los edificios administrativos y los comerciales que irán al otro lado de la carretera industrial. Por último se procederá al derribo de los edificios y a toda la reordenación de la plaza de Sevilla, según los planes iniciales.