El puente crece... de precio
El coste de la obra se ha disparado en 160 millones de euros en cinco años
La construcción del puente de la Constitución de 1812 ha recibido un espaldarazo que puede considerarse como definitivo en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) entregados el pasado sábado en el Parlamento por el Gobierno del Partido Popular. Tras varios años de incierto desarrollo, con dos largos parones en las obras debido a los recortes inversores aprobados en su día por los anteriores gobiernos socialistas, las cuentas del Estado para el próximo año suponen una garantía, por lo menos sobre el papel, de que las obras van a tener continuidad y que la intención es culminarlas a lo largo de 2014 o, como muy tarde, a principios de 2015.
La previsión de los PGE es que a lo largo de 2013 se inviertan en el segundo puente 68,3 millones de euros, tras lo que quedaría, si se cumple esta cifra, otros 52,7 millones a gastar durante 2014. Pero más allá de la importancia de estas cantidades lo que destaca del documento oficial conocido el pasado sábado es la previsión del coste final de la obra, que se sitúa ya en 432,6 millones de euros, más de 72.000 millones de pesetas.
¡432 millones de euros! La cifra, por si sola, asusta; pero asusta aún más si tenemos en cuenta que hace apenas cinco años, cuando la obra fue adjudicada a la constructora Dragados y Construcciones, la inversión anunciada era de 272,5 millones de euros.
De esta forma, la construcción del segundo puente sobre la Bahía cuesta hoy 160 millones de euros más de lo que valía en 2007, lo que supone acumular ya un desfase presupuestario del 62,96%, una subida espectacular nada habitual en las obras públicas que, como mucho, pueden llegar a incrementarse un 20 o 30%.
Lo cierto es que desde que se proyectó el segundo puente la historia del mismo ha sido especialmente enrevesada, empezando por el cambio de nombre de la misma estructura, denominado La Pepa durante el mandato socialista y ahora Constitución de 1812, con los populares al frente del Gobierno.
La primera cifra sobre la inversión a realizar data de 1996, cuando el último gobierno socialista de Felipe González elaboró un anteproyecto para la construcción de un segundo puente en la Bahía de Cádiz. El coste estimado entonces era de 120 millones de euros. Tras varios años de parón, el proyecto se reactivó en la última parte del mandato de José María Aznar, encomendándose el proyecto a Javier Manterola. Ya en septiembre de 2004 se calculaba un presupuesto de 240 millones aunque la primera referencia de la obra en los PGE, los correspondientes a 2006, la cantidad se situaba en 226,6 millones.
El proceso de adjudicación de la obra se inició en septiembre de 2006 con una previsión de 299,2 millones aunque finalmente la obra fue a parar a manos de Dragados y Construcciones que se había ofrecido a construir el nuevo puente con un coste de 272,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 42 meses. Estamos en febrero de 2007. Desde entonces, ninguna de las dos cifras se han cumplido.
Con los trabajos ya iniciados se puede constatar dos fases diferentes en el proceso de incremento de los costes. En una primera, hasta 2010, el precio fue subiendo año tras años de forma muy suave. En el PGE de 2008 el precio estaba en 283, 8 millones; en el de 2009 se quedaba en 285,2 millones y en las cuentas para 2010 la inversión ya superaba los trescientos millones: 309 millones.
Será a partir de entonces, con la crisis económica en pleno auge y con los primeros recortes inversores de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero ya en marcha, cuando se disparen los precios: 368,5 millones en los PGE de 2011, 391,8 millones de euros en los PGE de 2012 y los ya conocidos 432 millones previstos en los PGE de 2013 presentados el pasado fin de semana. Hay que tener en cuenta que desde la elaboración de las cuentas de 2012, en abril de este mismo año, hasta las cuentas de 2013, presentadas este mes de septiembre, han pasado apenas cinco meses, tiempo en el que se han acumulado 40 millones de euros de sobrecoste.
Junto a la subida de los precios y la complejidad de la obra a realizar ya que hacemos referencia a uno de los mayores puentes en construcción en toda Europa, hay que tener en cuenta los añadidos que se han ido incluyendo en el proyecto, ejemplo del difícil parto político del mismo. Así, al diseño inicial se le ha unido un vial extra para permitir el paso del tranvía metropolitano previsto por la Junta de Andalucía, y que habida cuenta de la crisis financiera de la administración regional se construirá pero no entrará en servicio, y también la obligación de construir un tramo móvil para permitir el paso de hipotéticos barcos construidos en Navantia-Puerto Real con más de cien metros de altura. Todo ello supuso en su día un extra superior a los 20 millones de euros.
Las obras se encuentran ahora en una fase trascendental pues ya deberían de estar en marcha los trabajos de instalación del tramo atirantado, uno de los más complicados de construir. Fomento calcula que los trabajos pueden alargarse un año. Mientras, siguen instalándose los tableros desde la zona gaditana del puente mientras que en Puerto Real se ha dado un importante avance en el nuevo nudo viario del Río San Pedro.
En todo caso, aún queda mucho para hacer por lo que no sería de extrañar que el puente de la Constitución de 1812 aún elevase un poco más su coste antes de su apertura.
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