La plaza de Mina acumula daños y falta de mantenimiento

Este espacio público fue objeto de una profunda reforma hace algo más de dos años y medio · El pavimento está deteriorado y muchos bancos lucen rotos y pintados

A la balaustrada instalada en el centro de la plaza le faltan varios balaustres, además de piezas de mármol.
A la balaustrada instalada en el centro de la plaza le faltan varios balaustres, además de piezas de mármol.
Beatriz Estévez / Cádiz

09 de octubre 2012 - 01:00

Cuesta creer que la plaza de Mina fue objeto de una amplia remodelación hace algo más de dos años y medio. Cuesta creerlo por el mal estado que presenta su pavimento y su jardín en algunos tramos, además de por las pintadas y la suciedad que acumulan sus bancos y algunos de sus rincones.

A mediodía de ayer, latas de refrescos, botellas de cerveza, algún vaso de plástico, cáscaras de pipas y numerosos envoltorios de golosinas se esparcían por el firme y parterres de este enclave del casco histórico. La falta de civismo llama tanto la atención como la falta de mantenimiento, y más aún teniendo en cuenta que esta plaza estrenó nueva imagen en febrero de 2010, tras un año y cinco meses de reforma.

El tramo elevado de la fachada del Museo Provincial de Cádiz está destrozado. Faltan varias de las piezas de mármol que revestían los escalones, dejando al descubierto los ladrillos. Y donde también faltan piezas de mármol es en la balaustrada instalada en el centro de Mina. Una balaustrada con dos balaustres menos de los que debiera tener. El aspecto que da de abandono es lamentable.

A ello hay que sumar los numerosos zócalos que faltan en los bancos, y un par de ellos tienen roto el respaldo. Asimismo, los vándalos se han cebado con algunos de estos asientos, arrancándoles las esquinas y realizando pintadas en ellos.

Restos de spray también se observa en uno de los dos árboles que está justo enfrente de la puerta del Museo gaditano. Y la falta de civismo a la que antes hacíamos referencia también se observa en farolas con pantallas rotas y en el kiosco clausurado que está cerca de la calle Zorrilla, pues uno de sus cristales pide urgentemente ser sustituido, ya que está resquebrajado por completo, lo que supone un peligro para los usuarios del lugar.

El remate del mal estado de la plaza se aprecia en una farola, cuya tapa de registro ha sido sustituida por un cartón atado al alumbrado con cinta aislante.

Actos vandálicos, falta de mantenimiento y padres que permiten que sus hijos corran a sus anchas y jueguen a la pelota dentro de los parterres. Todo ello contribuye a la deteriorada imagen de este espacio público.

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