El tramo atirantado del segundo puente se atasca en la pila 13
Ocho meses después de arrancar sólo se han izado tres dovelas de las 61 que lo componen
Tres dovelas se han colocado en el tramo atirantado del segundo puente cuando faltan pocos días para que este 2013, año de su supuesta terminación, alcance su ecuador. Tres dovelas de 61. La ministra Ana Pastor aseguró el pasado 16 de marzo durante su visita a las obras que sus técnicos le habían informado que el puente estaría terminado en 2013 y que ella no tenía motivos para desconfiar de sus informes. Ya entonces esa afirmación pareció una temeridad y hoy suenan a tomadura de pelo. Porque el puente avanza pero a un ritmo lentísimo. En las últimas semanas se han colocado sobre la pila 13 los dos carros de izado, el ascendente y el descendente, pero hasta la fecha ninguno de ellos ha subido otra dovela. En todo este tiempo se están realizando pruebas para comprobar que los carros funcionan correctamente y según ha podido saber este medio de fuentes de la propia obra todavía se están desarrollando ajustes para que cuando se inicien las operaciones no haya que abortarlas, como sucedió cuando se subió la dovela 1 y una de las grúas sufrió una avería que provocó más retrasos.
La obra del tramo atirantado se encuentra además con otro problema de consideración: la marcha de la empresa sevillana OPT95. Se da la circunstancia de que las dos próximas dovelas que se deben izar en la pila 13 han sido construidas por esta firma. La UTE Puente Bahía de Cádiz quiere que sea Mebusa quien se encargue de estos trabajos, pero esta empresa se está negando a ello y asegura que sólo se hará responsable del montaje de las dovelas que ha construido en su factoría sevillana. Con lo cual, a no ser que Tecade, la más potente de las tres empresas que han participado en la construcción de las 61 dovelas y los carros de izado, acceda a realizar esta labor, el segundo puente puede sufrir otro retraso considerable.
A OPT95 le quedan por construir cuatro dovelas aún y Dragados también quiere que Mebusa se ocupe de esta tarea, aunque según ha podido saber este medio pretende rebajar el precio al que tenía pactado con OPT, algo a lo que no está dispuesta Mebusa.
Mientras tanto el verano está a la vuelta de la esquina, y si no se aprovecha para dar un gran empujón a los trabajos en el tramo atirantado la llegada de los vientos y la mala meteorología podría complicarlo todo aún más. En el verano de 2010 se produjo el primer parón en las obras del puente, un parón que a la postre ha sido determinante. Ahora mismo el tablero ya ha llegado a la pila 9, pero si el ritmo de montaje no se acelera en el tramo atirantado, será muy complicado que el viaducto pueda estar listo ni tan siquiera en 2014, que es cuando las previsiones más realistas querían tenerlo listo.
Todas las empresas implicadas consideran que una vez que el tramo atirantado coja velocidad será más fácil ir soldando cada dovela, pero para ello será necesario contratar a más trabajadores, porque estamos hablando que para fijar cada pieza a la anterior son necesarias unas dos semanas, lo que quiere decir que teniendo en cuenta que aún restan por subirse 58 dovelas, estaríamos hablando de más de dos años de trabajo sólo para terminar ese tramo atirantado, a lo que habría que sumar luego los trabajos de asfaltado del puente, que podrían durar otros seis meses.
Así que mientras que la ministra de Fomento continúa creyendo a sus técnicos y cerrando los ojos a la realidad, lo cierto es que el segundo puente no está parado, se sigue trabajando en los tajos y haciendo pruebas para encontrar el ritmo idóneo de trabajo, pero es una obra tan complicada, tan compleja y tan cara, que a día de hoy hablar de plazos resulta una temeridad. Eso es lo que sus técnicos deberían hacerle entender tanto a Ana Pastor como al resto de los miembros del Gobierno central.
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