La antigua fábrica de hielo sigue ardiendo aunque el fuego está aislado
Se han detectado graves grietas en las paredes del edificio aunque no se prevé su derrumbe El humo ni es tóxico ni corrosivo aunque sí molesto
El incendio de la antigua fábrica de hielo ubicada en el muelle Marqués de Comillas del puerto de Cádiz cumple esta mañana 48 horas activo. Y lo peor es que nada apunta a que el fuego pudiera quedar extinguido en las próximas horas y, mucho menos, el humo negro que genera.
Parte de la población mostraba ayer ya cierta preocupación por este siniestro que ha traído a la mente de algunos de los bomberos, lo más antiguos, incendios como el del buque J.J. Sister hace ya muchos años. No por su peligrosidad aunque sí por su duración.
Los Bomberos están poniendo todos los medios a su alcance por poner fin a este incendio que se ve agravado por la estructura del edificio que acogía hasta hace unos meses a la empresa Pleamar Frost. El jefe del Parque de Bomberos de Cádiz, Juan Carlos Rojas, cumplía ayer su segunda noche al borde del fuego y relataba que la estructura del recubrimiento del edificio era equiparable a un sandwich, donde los panes son bloques de ladrillos y el jamón york son bloques de corcho. Entre esas dos paredes es donde está la mayor parte del fuego. "Lo peor es que no siempre tenemos las llamas a la vista y nos vemos obligados a hacer uso de nuestras cámaras térmicas para detectarlo, lo que dificulta más las labores de extinción".
En los trabajos han estado participando de manera muy activa y eficaz personal tanto del Parque de Bomberos de Cádiz, como de Chiclana y San Fernando.
Juan Carlos Rojas contaba que ayer se había derrumbado ya una parte de la planta superior tras la apertura de un agujero en la cubierta. A lo largo de día se extendió la noticia de que se había detectado una gran grieta en una de las paredes del edificio visible desde el exterior, lo que hizo pensar que se podía derrumbar. Sobre este extremo, el jefe del Parque de Bomberos de Cádiz aseveraba que nada hace temer que caiga el edificio puesto que el fuego estaba activo aunque totalmente controlado en un espacio concreto del inmueble. De hecho, Rojas asegura que si no se hubieran aislado ya las llamas, "ahora mismo, el edificio se habría convertido en una gran bola de fuego".
De todas formas, los responsables del Consorcio de Bomberos confiesan que eran conscientes, desde el principio, de que el fuego iba a tardar en extinguirse. Y es más, el propio Juan Carlos Rojas avisa de que aunque las llamas se apaguen en las próximas horas, del edificio Pleamar seguirá saliendo humo incluso durante dos o tres días más.
Sobre la intensa humareda, desde Bomberos avisan de que no es ni tóxico ni corrosivo, aunque sí molesto. Es por ello que podría ser que vecinos de barrios como el de San Carlos podrían estar padeciendo incomodidades por culpa del humo, que resulta, sobre todo, irritante para los ojos y molesto para personas que padezcan de alguna enfermedad de tipo respiratorio.
Destacar también que se está luchando contra el fuego con agua de mar, dada su cercanía, lo que es siempre de agradecer desde el punto de vista medioambiental, según destaca Juan Carlos Rojas.
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