El Gobierno sólo tiene tres años para construir el 'nuevo' Parador

El proyecto para construir un nuevo Parador en Cádiz junto al hotel Atlántico finalizó ayer su tramitación urbanística y abandonó el desierto de burocracia en el que ha deambulado durante los últimos cinco años. La Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta, tal y como adelantó Diario de Cádiz, aprobó la modificación puntual del Plan General de Cádiz que recalifica el suelo del antiguo recinto militar del Campo de Las Balas, en el que se construirá el inmueble, y le concede uso hotelero. La firma representa un acuerdo entre administraciones y, al menos en teoría, vía libre para diseñar y ejecutar una de las obras decisivas para la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812.

El terreno ya hotelero, que un día albergó la Academia de Artillería de Costas y ya está desafectado, abarca una superficie de 24.000 metros cuadrados. Unos 9.500 se destinarán a la ampliación del complejo turístico. El resto se reservará para espacios libres y para abrir una franja al borde del mar que dé continuidad al paseo perimetral del casco antiguo. "Este cambio de asignación es de interés social y general, ya que generará una oportunidad de desarrollo en la zona y mejorará la dotación de equipamiento hotelero de la ciudad", observó la Consejería en un comunicado.

Una vez que se ha superado el último escalón en la gestión urbanística del hotel, todo el peso del proyecto queda en manos del Gobierno central con la mirada en el Doce. El plazo es de poco más de tres años: una carrera contrarreloj en la que no hay tiempo para excusas, ni para disputas entre administraciones, ni para rémoras burocráticas, y en el que además hará falta el empeño político.

Turespaña, el organismo encargado de la promoción turística de España y de la gestión de la red de Paradores, debe elaborar en primer lugar el proyecto gaditano, tarea que en condiciones normales se prolonga durante alrededor de un año. La ejecución de la obra de un hotel de las características del ideado junto a La Caleta requiere un tiempo medio de dos años. Las cuentas se ajustan.

Hasta ahora, Turespaña no ha redactado ni una línea sobre la actuación argumentando que no disponía de la titularidad del terreno, que su tramitación urbanística estaba incompleta y que, por tanto, no existían garantías totales sobre la viabilidad del plan. El único documento en sus manos es un borrador diseñado a principios de la década, que aborda la construcción de un hotel de nueva planta con un centenar de habitaciones y una talasoterapia (tratamientos de salud).

Ése edificio, que debe aspirar a la categoría de cinco estrellas frente a las cuatro del actual, fue tasado en unos 14 millones de euros. El Gobierno deberá revisar el montante, casi duplicarlo, y darle cabida en los presupuestos. Voluntad política, en tiempos poco propicios para las inversiones.

De forma paralela a la construcción del nuevo alojamiento, Paradores planea afrontar la rehabilitación del anticuado hotel Atlántico, que completará un único complejo turístico. Esta dificultosa actuación comenzará en octubre y tiene una asignación presupuestaria de cinco millones.

El Doce es ahora una nueva marca en un calendario de incumplimientos. En 2003, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el entonces vicepresidente, Rodrigo Rato, acordaron que el proyecto comenzaría antes de 2004 y finalizaría en 2007, primero, y en 2009, más tarde. El Gobierno central también se comprometió a iniciar las obras coincidiendo el 75 aniversario del Atlántico, a finales de 2004. Hasta hoy.