Renovación parroquial en intramuros
Tres de las nueve parroquias del centro cuentan desde ayer con nuevo párroco, de entre los dieciocho nombramientos que realizó Zornoza
Un tercio de las parroquias del casco antiguo cambiaron ayer de párroco. El anuncio de nuevos nombramientos que el Obispado dio a conocer hace unos meses se ratificaba por la mañana en el despacho del obispo, Rafael Zornoza, donde tomaban posesión hasta dieciocho sacerdotes que reciben nuevo destino en parroquias de la diócesis. Entre ellos, tres que recalan en parroquias de intramuros; o que son removidos dentro del propio casco histórico.
Rafael Fernández ha dejado la parroquia de La Palma por la de Santa Cruz. La Viña por El Pópulo. El nuevo destino lo afronta "con mucha ilusión", aunque no deja de ser "una continuidad en mi trayectoria sacerdotal", tal y como valoraba ayer tras el acto de toma de posesión. Fernández se marcha de La Palma tras doce años allí como párroco -"el que más ha estado en esa parroquia desde 1934", reseña este sacerdote- y llega a una parroquia que en parte ya conoce "porque fui arcipreste de Intramuros durante ocho años y eso me permitió conocer la realidad de cada parroquia" y de la que tomará posesión litúrgica el día 13.
En Santa Cruz, además de atender el culto de la Catedral Vieja, Rafael Fernández tendrá que asistir a las cuatro cofradías que allí radican, a un grupo de neocatecumenales, o a otro grupo de Vida Ascendente, incluyéndose también en los límites de la parroquia las iglesias de Santiago y San Juan de Dios y el Seminario Diocesano. Todo ello lo afrontará en solitario, por el momento y "con las mismas ganas que el primer día", como él mismo afirma.
Para permitir la llegada de Fernández a Santa Cruz, el que se marcha es Balbino Reguera, que en este caso asume la parroquia de la Merced. Tras la marcha de los mercedarios, vuelve este templo a contar con párroco. "Para mí no es ninguna novedad, porque llevo cinco años como administrador parroquial", indica Reguera, que explica que fue él quien le propuso al obispo que le aliviara responsabilidades. "La ilusión que tengo es que la Merced es más barrio, hay más posibilidades para un párroco. Santa Cruz es más una parroquia de Cádiz, más abierta a toda la ciudad. Es un templo muy de culto, con muchos bautizos, muchas bodas y funerales, las cuatro cofradías... Pero en la Merced empecé una labor con Pedro (Rodríguez Molina) y hemos iniciado una comunidad, se ha creado un buen clima; y eso me ilusiona", comenta Balbino Reguera, que tras cumplir recientemente los 70 años de edad espera finalizar su labor sacerdotal activa (a la edad de 75 años, según marca el Código de Derecho Canónico) en la Merced.
Allí atenderá a las tres cofradías radicadas en el templo, al voluntariado vicenciano, a otro grupo de neocatecumenales, a la hospitalidad de Lourdes, al colegio Mirandilla y a la pastoral Familiar. Además, mantendrá la dirección espiritual del Nazareno con sus cultos en Santa María, incluyendo la parroquia también a la iglesia de Santo Domingo. Labores todas éstas que se suman a su cargo de ecónomo en el Cabildo Catedral, por lo que se marcha con él Servando Rojas. "A pesar de mis setenta años, estoy como un chiquillo que estrena zapatos", concluía ayer Balbino Reguera.
Y el hueco que deja Rafael Fernández en La Palma lo ocupa desde ayer Juan Enrique Sánchez, que ya por la tarde oficiaba su primera misa en la parroquia de La Viña. Este sacerdote llega desde La Línea "con un deseo muy grande de servir a la Iglesia" y con "ilusión, alegría y esperanza en este nuevo destino". Cádiz no es una ciudad desconocida para Juan Enrique Sánchez, que recuerda que ya vivió en ella durante siete años "y me resulta entrañable". Su principal labor será "guiar a la comunidad en torno a la figura de Cristo", para lo que confía en contar con el apoyo de los feligreses, "sin los que la parroquia sería meramente un centro para impartir los sacramentos".
En La Palma, Sánchez tendrá que atender a la hermandad, a la asociación de la Medalla Milagrosa, a las Hijas de la Caridad, a las Mujeres de Acero, a la agrupación musical Ecce Mater y a la iglesia de Santa Catalina, a lo que sumará el colegio de la Salle cuando necesiten de su presencia. Atrás deja la parroquia de San Pedro Apóstol en Algeciras, donde ha permanecido nueve años. "La despedida ha sido emocionante; recibes el cariño de la gente y ves que has sido útil en este tiempo", comentaba el nuevo párroco de La Palma.
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