"Tenemos pena de nosotros mismos"

Más de un centenar de personas de distintos sectores acuden a una tertulia organizada por la plantilla de la Escuela de Hostelería para hablar sobre la situación del centro y su futuro incierto

Empleados colocan pancartas de protesta, ayer en la Escuela de Hostelería. /Lourdes de Vicente
Empleados colocan pancartas de protesta, ayer en la Escuela de Hostelería. /Lourdes de Vicente
Beatriz Estévez Cádiz

14 de diciembre 2015 - 11:35

Lo que está sucediendo con la Escuela de Hostelería de Cádiz no tiene nombre. Calificarlo como disparate, como despropósito, como sinsentido es faltar a la verdad porque esos sustantivos no abrazan la realidad, se quedan cortos, muy cortos. De ello eres consciente cuando escuchas a los verdaderos sufridores hablar de su situación, cuando se desahogan mirando a la nada y cuentan -en doliente primera persona- que sus vidas están paralizadas por unas nóminas que no llegan y que la frustración les acompaña cada día al no poder desarrollarse profesionalmente.

Una abatida Cristina Sánchez de La Campa le puso ayer voz a esas palabras, y a pesar del calvario que está viviendo desde hace ocho meses (y por tercera vez) no habló desde la rabia ni el resentimiento. Más bien destilaba tristeza. "Tenemos pena de nosotros mismos". "Es lo que sentimos cuando llegamos aquí todas las mañanas y vemos las cucarachas, los baños sucios... Cuando venimos todos los días para no hacer nada... Cuando vemos estas pancartas, que son un recordatorio diario de lo que estamos pasando... Aquí nos vamos a poner enfermos".

Pero ayer, la profesora y orientadora de la Escuela confesó que se sentía bien. Y ello, gracias al respaldo que recibió la tertulia organizada por la propia plantilla y que se celebró en la cerrada cafetería de la Escuela bajo el título 'La Escuela es tuya, defiéndela'. Más de un centenar de personas acudieron a esta iniciativa que fue presentada y moderada por la delegada de Personal del centro, Desirèe Ortega, y en la que participaron 17 intervinientes.

Profesionales del sector hostelero, antiguos alumnos y ahora destacados empresarios y cocineros, representantes políticos, alumnos que no pudieron terminar su formación en la Escuela, representantes de colectivos sociales, y ciudadanos lamentaron, denunciaron y criticaron durante dos horas la situación de la Escuela, cuyos trabajadores llevan sufriendo impagos desde hace tres años y suman ya año y medio sin impartir docencia. "Gracias por traer tanto calor". "Nos estáis dando una dosis de fuerza y de empuje para continuar, porque realmente no es fácil. En la vida pensé que me iba a ver en éstas", agradeció Sánchez de La Campa a todos los asistentes.

Allí se encontraban destacados cocineros y antiguos alumnos como Mauro Barreiro y Jesús Recio; el presidente de Horeca, Antonio de María; los concejales David Navarro (PCSSP), Eva Tubío (GC), Bruno García (PP) y Juan Manuel Pérez Dorao (C's) -en representación del PSOE no acudió nadie-; el crítico gastronómico de Diario de Cádiz Pepe Monforte; la parlamentaria del PP Teresa Ruiz-Sillero; el gestor cultural e impulsor del Plan C, Paco Cano; el empresario hostelero y alumno de la primera promoción de la Escuela Francisco Gutiérrez Otero; el representante del Ateneo de Cádiz José María Esteban; Francisco Pozo, candidato de UPyD al Congreso; Antonio Colsa, miembro de la Academia Andaluza de Gastronomía; Marcelino Porquicho, vecino del barrio del Mentidero; el antiguo alumno de la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones Daniel Franco; y la alumna de la Escuela de Hostelería de Cádiz Vanessa Sibón.

El testimonio que ofreció esta joven también conmovió a los presentes. "¿Qué va a pasar con nosotros? Es que no sabemos absolutamente nada... Sólo hemos cursado un año, que realmente se quedó en cuatro meses. No sabemos si retomaremos las clases, pero hay compañeros que ya están trabajando. ¿Deberán dejar sus trabajos para retomar la formación cuando la Escuela vuelva a funcionar?". Sibón dijo sentirse en "un limbo" y lamentó que el profesorado esté "secuestrado". "Qué falta de humanidad por parte de la administración". "Se han cargado la Escuela", se quejó.

Gutiérrez Otero expresó su deseo de que la Escuela -a la que llamó "mi casa"- "vuelva a ser lo que fue. Me encantaría". El cocinero de Valvatida, Jesús Recio, ve difícil que vuelva a ser la misma, pero su mensaje fue esperanzador porque se mostró convencido de que la Escuela sabrá adaptarse a los cambios y a la nueva situación. Por su parte, el propietario del restaurante La Curiosidad de Mauro y recientemente distinguido por la Guía Michelin advirtió de que la provincia de Cádiz, sin la Escuela en la que dio sus "primeros pasitos" como cocinero, "sería inmensamente más pobre".

Bruno García recordó que el centro contaba con una inserción laboral del 96%. "¿Cómo se va a volver a llegar a ese porcentaje cuando vuelva a ponerse en marcha la Escuela?", preguntó sin obtener respuesta. Le relevó en palabras Monforte, que destacó el despunte gastronómico de Cádiz en los últimos años, resaltando el papel de la Escuela. "Ha sido un pilar importante, el motor", recalcó.

Colsa lamentó que esta situación haya acabado con la esperanza de muchos jóvenes con vocación, y lamentó la falta de "voluntad política" por parte de la Junta de Andalucía. Lo mismo piensa el concejal Navarro, que acusó a la Junta de haber provocado "un coma inducido" a la Escuela gaditana, "que gozaba de una salud envidiable".

Todos los interlocutores destacaron el "drama" que están viviendo los 11 empleados y criticaron duramente a la Junta por sus "mentiras y engaños", así como por el "desprecio" mostrado hacia los trabajadores de los diez consorcios andaluces. Y en algo más coincidieron: ninguno supo explicar cuál es el problema que impide que la Escuela siga siendo eso, una escuela.

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