Más cerca de la luz

Memoria Histórica

Los técnicos comienzan los trabajos para exhumar los restos de los represaliados franquistas en el cementerio de San José.

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Más cerca de la luz
Jesús Guerrero Cádiz

19 de enero 2016 - 01:00

Mañana gélida. Sol de invierno. Ilumina el mármol de los escasos panteones que aún salpican las ruinas. La esperanza de los pocos familiares que esperan los restos a pie de obra asoma de entre las sombras.

Los restos de los represaliados por el franquismo que quedan en el camposanto de San José están más cerca de ver la luz tantos años después. Ayer empezaron las obras, la fase definitiva de una búsqueda. Sin embargo, no será la última. Son quince los elegidos porque son quince los documentados. Al pelotón se suma uno más, un caso particular de una familia vasca. Se sabe dónde deben estar. Años de trabajo de la plataforma de la memoria histórica se ven recompensados. Pero falta, aún quedan muchas preguntas sin responder, muchas piezas por encajar. Hay huesos sin nombre y nombres sin huesos.

José María Arauz Vélez llegó ayer puntual al cementerio. Es el único familiar superviviente de los quince. Eran más, pero el tiempo se los llevó. Las obras de exhumación, el rescate, comienzan en el patio 6, donde se prevé hallar el cuerpo de Clemente Vélez. Su sobrino espera en la superficie, recibiendo el sol en la cara. Lleva días contando la historia de este sindicalista ajusticiado con 25 años y de la hermana, que es su madre, de su búsqueda durante una vida que se le quedó corta y de la promesa de encontrarle para aliviar aquella pena.

Mediciones del topógrafo y desbroce del terreno. Aún no se levanta la tierra. Excavar, sí, pero en el sitio justo. De momento, maleza y mármol, y una tapia que rodea todo el recinto, enorme, casi a la orilla del mar.

Isabel Canto es miembro de la plataforma. A su abuelo se lo llevaron de Chiclana y no se supo más. Ella no es ninguna inexperta en este tipo de excavaciones, ha presenciado algunas, allá donde pueda encontrar los restos de su familiar. El cementerio de Cádiz cuenta con listados de enterramientos pero lo que se encuentren una vez que se levante la pala aún es una incertidumbre. Lo repiten los técnicos, prudencia. Buscan quince, pero pueden ser cientos. Canto quiere que se aireen las fosas, que la luz llegue a todos, que el compromiso por desenterrar la memoria no se frene. Quiere encontrar a su abuelo y no sabe donde está.

Las cifras que maneja la plataforma provienen de las sumas de la historiadora Alicia Domínguez, cuyas cuentas oscilan entre los 1.200 y los 1.500 fusilados por la represión franquista en la provincia de Cádiz. Los entresijos de San José podrían albergar a la mitad de estas almas.

Una pica de conquista clavada para delimitar la parcela, como pintar sobre el mapa una cruz en el lugar del tesoro. Un objetivo que se mantiene tapado, como taparon sus bocas, pero que si todo marcha como prevén, más pronto que tarde, les dará la luz y notarán el calor del sol.

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