'Si él pudiera, lo recogería', campaña para concienciar a los incívicos

'Si él pudiera, lo recogería'. Él es un perro que aparece en un cartel promocional para concienciar a los ciudadanos de la necesidad de recoger del suelo los excrementos de sus perros. La campaña del Colegio de Veterinarios y el Ayuntamiento de Cádiz se presentó ayer en el Consistorio, arrancando hoy en la capital -se hará en toda la provincia- con el reparto de 3.000 bolsas de plástico, para recoger las heces, que podrán retirarse de 25 dispensadores distintos en el propio Ayuntamiento, clínicas veterinarias y asociaciones de vecinos. Federico Vilaplana, presidente del Colegio de Veterinarios, señaló que "el hecho de no recoger la caca en la calle no es solamente algo asqueroso, sino que es un tema que nos afecta a todos. El propietario de un perro debe estar preparado y llevar las bolsas siempre en el bolsillo. Además del decoro que debe tener la ciudad, es un tema de salud pública".

A juicio del alcalde, José María González, la recogida de los excrementos "es un tema que ayuda a construir ciudad y a la corresponsabilidad de los vecinos. La limpieza de nuestras calles es una tarjeta de presentación de Cádiz. Es importante generar dinámicas de respeto entre todos los vecinos". González apuntó que según el Colegio de Veterinarios "el porcentaje de gente que recoge las heces de sus mascostas es muchísimo mayor que el de la gente que no las recoge. Es un tema casi residual en la ciudad, pero presente. Y por eso debemos actuar". Según el alcalde "por muchas campañas y multas que podamos poner, estamos ante un tema que de forma muy sencilla y transversal nos ayuda a construir ciudad. De tal manera que si yo veo a una persona que no recoge una deposición, debo decirle que lo recoja".

Dudas con el ADN

En octubre de 2015 el pleno municipal aprobó por unanimidad una propuesta de Ciudadanos para identificar a las personas que no recogen las deposiciones de sus perros a través del ADN de las mismas. Ayer, el alcalde, sobre esta medida que aún no se ha puesto en marcha, dijo que tiene "muchos puntos de partida difíciles, desde el punto de vista técnico y, si me apuran, genético. Si tienes ocho perros de una misma camada, la diferencia genética es mínima y la identificación se dificulta mucho. Los perros que juegan con otros tienen pelos de otros animales y en sus deposiciones se reflejan. Y orinan y defecan encima de otros orines y defecaciones. Por tanto, hay inconvenientes muy importantes que hacen que esto sea muy difícil de llevar a cabo. No obstante, veremos su viabilidad".

Le dio la razón el presidente de los veterinarios de la provincia. "No lo vemos viable. Apostamos más por la educación que por las medidas coercitivas. La identificación del perro ya está hecha con microchip y en eso el Ayuntamiento de Cádiz fue pionero hace más de veinte años", explicó Vilaplana.