Semana de pasión socialista
Crónicas del Doce
Nunca unas elecciones internas en el PSOE gaditano habían tenido tanto interés ciudadano. Los socialistas se juegan su prestigio en una ciudad que pretenden recuperar tras perderla en 1995 aunque mucho van a tener que cambiar para poder ganar a un PP que no sufre desgaste alguno.
EN San Antonio se han unido al brindis de San Juan de Dios. La ruptura, y el consiguiente ridículo, de la oposición a la candidatura de Federico Pérez Peralta, que el jueves repetirá como secretario local del PSOE, ha tranquilizado al partido 'oficial' que, tanto en Sevilla como en Madrid, temían una marcha atrás en la recuperación de la imagen de la formación en Cádiz, volviendo a tiempos pasados de enfrentamientos internos.
La marcha de Piniella del grupo inicialmente liderado por él, Berasaluce y Francisco Blanco y que ha puesto a Blanca Flores al frente, y su acogida en alternativa patrocinada por Canle y Narváez (que se presenta esta tarde) ha venido a dar la razón de los oficiales que auguraban una escasa vida a unos y otros. Que ellos no hayan sido capaces de unificar criterios y, por si fuera poco, que uno de los promotores de una de las listas salga de esta y se marche a la 'competencia', demuestra la fragilidad de los planteamientos de unos y otros cuando hablaban de renovación y de pasar página, especialmente en el caso de quienes habían tenido cargos políticos con anterioridad.
Poco se puede uno fiar de grupos que, sin catar aún el poder, que a la postre es lo que todos quieren, comienzan una intensa labor de intoxicación en los medios, lanzando ataques soterrados contra el rival que antes no lo fue y olvidándose de lo que ellos reclamaban no hace muchos días: el debate de las ideas y los proyectos de futuro para la ciudad.
La cuestión ahora es por cuánto ganará Pérez Peralta. Si es inteligente, su más que decidido triunfo no debería de ir seguido de una caza de brujas sino de una profunda reflexión sobre el futuro del PSOE en Cádiz. Por lo pronto, ya está trabajando en una especie de 'asamblea ciudadana' con la que pretende estar al pie de la calle, y conocer en primer persona los problemas de los ciudadanos.
Tiene también la misión de renovar el partido, labor complicada en una formación a la que siempre le ha costado aclimatarse estar en la oposición y que allí donde gobierna ha creado una red de ciudadanos favorecidos a los que habría que buscar acomodo en caso de pérdida de poder. Y tiene también la misión de hacer creer, dentro y fuera, que un político que lleva toda la vida en primera línea de la gestión pública será capaz de gestionar la llegada de jóvenes valores al frente del PSOE, dispuestos a trabajar 25 horas al día sin más premio que el aprecio de los ciudadanos, y no terminar la jornada a las tres de la tarde, como acostumbran muchos.
Pero, sobre todo, Pérez Peralta, y el partido en su conjunto, va a tener una difícil papeleta: buscar candidato o candidata para que se enfrente a Teófila Martínez en las elecciones locales de 2011.
Hay quien ya dice dentro del PSOE que más que buscar un nombre conocido lo que es necesario es conseguir una candidatura fuerte, con militantes o simpatizantes que sepan de qué va Cádiz y lo que necesita. Ya lo intentó Román, y se quedó con un comité de sabios ajenos a su grupo municipal, lo que decía muy poco de su candidatura.
El PP en Cádiz es Teófila Martínez, Jorge Moreno, la incierta figura de Ignacio Romaní, y la presencia ascendente de Juan José Ortiz, junto a la experiencia de José Blas Fernández y Mercedes Colombo. Poco más. El resto, aún está aprendiendo el oficio por lo que la imagen de los populares dentro en el 2011 seguirá siendo Teófila. Frente a ella, y pensando en el 2015, el PSOE sólo puede presentar prestigio en la gestión pública y muchas ganas de trabajar.
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