Defensa recorta drásticamente la plantilla militar de San Carlos

El centro quedará bajo mínimos con tan sólo un especialista por servicio · Crece entre los trabajadores la sospecha de que sea un paso intermedio al cierre de las instalaciones

Fachada del hospital militar de San Carlos, en San Fernando, con una ambulancia que sale del aparcamiento de estas instalaciones.
Fachada del hospital militar de San Carlos, en San Fernando, con una ambulancia que sale del aparcamiento de estas instalaciones.
A.rivera-M.llebrez / San Fernando

28 de enero 2009 - 01:00

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La plantilla militar del Hospital General de la Defensa-San Carlos, en La Isla, se verá drásticamente reducida en un plazo máximo de un año. La dirección del centro sanitario comunicó ayer esta decisión del Ministerio de Defensa al personal afectado en una reunión urgente convocada a primera hora de la mañana. Fue un encuentro de apenas veinte minutos de duración en el que se les comunicó el contundente recorte de la plantilla militar del hospital, compuesta por un centenar de profesionales, que se rebajará hasta quedarse prácticamente bajo mínimos.

Cada servicio -compuesto en algunos casos hasta por ocho especialistas- se quedará tan sólo con uno, a excepción de Anestesia, Cirugía y Traumatología, que podrán contar con un médico más de reserva.

La resolución de la plantilla de destinos de este año -documento interno que recoge las plazas disponibles de cada unidad militar- confirma esta tajante disminución de personal al establecer efectivamente un sólo médico (el jefe de servicio) por cada especialidad, además de catorce enfermeros.

La orden no afecta directamente al personal civil que trabaja en este centro sanitario -alrededor de 300 personas- pero, no obstante, ve con recelo esta reducción de personal ya que sospecha que puede tratarse de un paso intermedio al posible cierre completo del hospital, un rumor que circula con insistencia desde hace años. Sobre todo, desde que cayera en picado el número de pacientes que atiende estas instalaciones sanitarias de Defensa y se abordara el progresivo cierre de plantas.

De hecho, desde las pasadas navidades, únicamente están en activo dos de las ocho plantas con las que cuenta este centro para ingresos hospitalarios (unas 40 habitaciones). Se trata, concretamente, de la séptima y la décima planta, una dedicada al área quirúrgica y otra al área médica. Esta disminución del número de plantas en activo ha tomado carácter permanente y ya incluso se ha repartido el personal disponible de otras áreas.

El recorte de instalaciones y de la plantilla deja por tanto en el aire el incierto futuro del hospital militar de San Carlos -pendiente también del concierto con el Servicio Andaluz de Salud- ya que, aunque el centro a corto plazo seguirá abierto, su funcionamiento quedará obviamente muy limitado. Se habla incluso de una transformación del hospital en clínica militar, lo que supondría un grado inferior para estas instalaciones, aunque más ajustado a la realidad de unas enormes dependencias que llevan años completamente infrautilizadas.

Lo cierto es que las medidas adoptadas han acrecentado las sospechas ante un cierre a medio plazo del hospital militar, si bien antes Defensa tendría que resolver varias cuestiones como el futuro del personal civil que trabaja en el centro, la atención a los pacientes militares o la continuidad del concierto con el SAS e, incluso, la posible ampliación del mismo. Pero, de momento, lo único claro es que Defensa va a prescindir del grueso de la plantilla militar que trabaja en estas instalaciones.

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