El 'sheriff' era Zarrías

El vicepresidente de Chaves era quien, de verdad, mandaba en el Bicentenario. En el Consorcio se desconoce si seguirá al frente de este ente una vez se vaya a Madrid

Gaspar Zarrías, en el Oratorio.
Gaspar Zarrías, en el Oratorio.
José Antonio Hidalgo / Cádiz

09 de abril 2009 - 01:00

Todo estaba preparado. El lugar, la hora, los protagonistas. Hasta el café y el lugar para la correspondiente rueda de prensa. Se iba a presentar el acuerdo para poner en marcha el Festival de las Libertades. Sin embargo, a última hora, desde Sevilla llegó la orden: Teófila no podía aparecer en la foto por lo que se mantenía el lugar y el café, pero se cambiaba el día y la hora.

La orden partió, afirman quienes estaban implicados en la organización del acto, directamente de Gaspar Zarrías, vicepresidente primero de la Junta de Andalucía y presidente del Consorcio para el Bicentenario de la Constitución de 1812, bajo cuyo manto se organizaba el festival ideado por la Asociación de la Prensa de Cádiz con motivo de su centenario.

El dejar "a un lado" al Ayuntamiento de Cádiz era una de las consignas más repetidas desde esta vicepresidencia del gobierno andaluz, reconociendo la capacidad de la alcaldesa para chupar cámara. Lo confirmaron poco después, cuando en un acto institucional celebrado en el Teatro de las Cortes de San Fernando, con el gobierno de Chaves en pleno y los parlamentarios andaluces allí reunidos, los ciudadanos sólo saludaron, con abrazos y besos incluidos, a Teófila Martínez.

Lo cierto es que entre Zarrías y Martínez no ha existido el menor atisbo de acercamiento en estos años de gestión política. Lejos de las magníficas relaciones con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega o, incluso, la correcta relación institucional con Manuel Chaves, como presidente andaluz capaz de sentarse con la alcaldesa y desbloquear proyectos participados por la Junta y fundamentales para la ciudad, Gaspar Zarrías ha mantenido una relación tensa, muy tensa, con el Ayuntamiento de Cádiz.

Una relación tensa que se ha visto casi a diario en la gestión del Consorcio. Este organismo, esencial para el desarrollo de los actos oficiales del Bicentenario, lo ha controlado él de forma directa con mano de hierro, hasta el punto que ha dejado escasa capacidad de gestión a quienes, desde la sede de la plaza de San Antonio, llevan el día a día de este evento. El equipo que acompaña a la directora gerente, María Luisa García Juárez, ha sido desde un principio limitado en medios humanos y materiales, como reconocen algunos de los que allí han trabajado. Por contra, muchos papeles se han decidido y elaborado en Sevilla.

La razón es que Gaspar Zarrías ha sido, desde un principio, el sheriff del Bicentenario. Cuando Rafael Román llamó la atención sobre los retrasos de algunos proyectos y la ausencia de otros y la necesidad de crear la figura de comisario para controlar todo el desarrollo de este evento, Zarrías respondió socarronamente que no era necesaria ni esa figura ni la de sheriff: lógico, ya que era él el guardián de las esencias del Bicentenario.

Ayer, en la oficina gaditana del Bicentenario nada se sabía sobre la continuidad o no de Zarrías como presidente del Consorcio, aún cuando éste deje la Junta.

"Según los estatutos, correspondía a la presidenta de la comisión nacional (De la Vega) su nombramiento. Se buscó una persona cercana a Cádiz, a Andalucía, no directamente de la Junta pero sí relacionada. Habrá que ver ahora si su nuevo puesto es compatible o no con la continuidad al frente del Consorcio". Por lo pronto se mantiene para el próximo mes de mayo una reunión de ejecutivo de este ente.

Curiosamente, otro de los apoyos más decididos del 2012, Francisco Caamaño, como secretario de Estado, abandonó hace apenas unos días este puesto para ocupar la cartera de Justicia.

La remodelación del gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero afecta también a otra ministra que, polémica como ella misma, deja el listón muy alto si nos centramos en lo que su departamento ha sacado adelante en Cádiz durante su mandato: Magdalena Álvarez, ministra de Fomento, que en su etapa ha puesto en marcha la construcción del segundo puente (con un grado de ejecución del 30%), ha duplicado la vía de acceso al puente Carranza en un tiempo récord, ha impulsado el exitoso carril reversible en el mismo acceso y ha agilizado las obras de la llegada de la alta velocidad hasta Cádiz. Se marcha Álvarez con la tarea bien cumplida.

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