Amodorramiento municipal
El equipo de Gobierno ha entrado en una fase en la que vive de las rentas y sin grandes proyectos a la vista
Cádiz/Hace tiempo que en la vía pública no se concentraban tantas obras municipales ejecutadas al mismo tiempo. Obras en el acerado, en nuevos aparcamientos subterráneos, en la red de saneamiento, en renovados paseos marítimos, en la recuperación de edificios históricos. Obras que deberían de trasladar una imagen de dinamismo en la gestión municipal que, sin embargo, no solo no se está produciendo este efecto positivo sino que se constata la entrada del equipo de Gobierno en una peligrosa fase de amodorramiento.
Desde hace medio año el Ayuntamiento ha dejado de ser una fábrica de ideas a parar su actividad casi en seco y vivir de las renta y, sobre todo, del balón de oxígeno que ha supuesto la aportación del Estado gracias al Plan E. Curiosamente, de nuevo es una administración socialista la que pone el dinero para el desarrollo de la ciudad, como viene pasando desde 1999 con el Plan de Rehabilitación del Casco Antiguo impulsado por la Junta de Andalucía.
La crisis económica global ha afectado de lleno al Ayuntamiento de Cádiz. Las cuentas que hace apenas unos meses estaban más que saneadas han pasado a un situación de alerta, especialmente de cara a 2010 cuando el propio Estado anuncia recortes en la asignación a los municipios, que en Cádiz se calculan en unos 10 millones de euros. Todo ello ha provocado una orden de parón generalizado. No se inician nuevas obras que no sean las ya financiadas por el Estado o las presupuestadas el pasado año y, sobre todo, no se plantean nuevas ideas en delegaciones antaño dinámicas, como las que engloba Familia. Incluso el Carnaval ha notado el recorte es espectáculos muy visuales como el de la cabalgata. O Cultura, con un más que corto programa para celebrar el centenario del Gran Teatro Falla.
Esta situación ha provocado un claro malestar en buena parte de las concejalías. Soterradas en general, porque quienes mandan en el Gobierno mantienen firme a los ediles. En todo caso inversiones como la del estadio Carranza, con más de veinte millones de euros de gasto público, o los viajes de la alcaldesa y ediles varios a Hispanoamericana no son comprendidos en una época de recortes generalizados.
En una ciudad que tanto depende de la administración local para su subsistencia y su desarrollo es el Ayuntamiento el que ha servido de locomotora ante la ausencia de una iniciativa privada con capacidad para invertir. Es por ello por lo que se nota aún más la pasividad que se traslada desde San Juan de Dios.
Faltan así nuevos proyectos que animen al conjunto de la sociedad. Se puede responder que se está elaborando el PGOU, en cuyas páginas se incluyen actuaciones de gran calado, pero a la vez se puede responder que ya son seis los años agotados en la redacción aún no concluida de este documento; se puede decir que se está trabajando de forma activa en el Bicentenario, pero a la vez se puede lamentar que monumentos como el frente de Puerta de Tierra o el Museo del Carnaval lo más seguro es que no estén listos en su totalidad. O peor, que apenas se está logrando y trabajando para que la ciudadanía se meta de lleno en este proyecto. Y así unas cuantas ideas más que dejan traslucir que algo debe estar pasando en San Juan de Dios para justificar esta inactividad.
Porque, al final, lo único que ha ‘vendido’ el Gobierno del PP en los últimos meses es Cadizbook.es que, vale, habrá tenido una acogida muy elevada entre los internautas pero que no tiene valor alguno para el desarrollo de la capital, y sí gasto público.
Si esta es la tónica de funcionamiento que va a seguir el gobierno local con la excusa de la reducción de ingresos y la necesidad de contener el gasto, mal le irá a una ciudad que lo que menos necesita es parar de lleno el ritmo de los últimos años, y más en un 2010 que debía cerrarse con “el esqueleto” de la programación municipal para el Bicentenario.
Por lo demás, aunque está en una posición políticamente predominante, el PP no puede arriesgarse a perder cuota electoral si el votante constata, en el año previo a los comicios locales, que los conservadores pierden fuelle. Tal como está la cosa, con una crisis económica nacional que ha puesto al borde del hundimiento al Gobierno de Zapatero y con los socialistas locales sin aclararse sobre el nombre que se enfrentará a Martínez, el PP gaditano tiene todo a su favor para mantener los 18 ediles actuales e incluso incrementarlos. Sólo serán sus errores los que reduzcan esta cifra. Y tras quince años de gobierno la pasividad de los últimos meses debería de alertarles.
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