El desesperado grito del desempleo

Laboral La lucha por un puesto de trabajo

La plataforma 'Parados de Cádiz Capital 2010' lleva pidiendo trabajo frente al Ayuntamiento desde el 8 de marzo y critica que en las obras civiles que se realizan en la ciudad no se cuente con los gaditanos en paro

El grupo de parados, concentrado frente al Ayuntamiento.
El grupo de parados, concentrado frente al Ayuntamiento.
J.m. Sánchez Reyes / Cádiz

14 de marzo 2010 - 01:00

Detrás de cada desempleado que desde el 8 de marzo se concentra frente el Ayuntamiento hay un drama familiar, una frustración personal, un grito de auxilio. Son 30. A veces 40. Pudieran ser más, que los hay. Pero son ellos los que se han constituido en plataforma. 'Parados de Cádiz Capital 2010' se hacen llamar. Hacen ruido frente al Consistorio porque consideran que en la casa de todos los gaditanos está la solución a sus problemas: las obras civiles, muchas de ellas orientadas al Bicentenario. Y las enumeran: la tribuna del Carranza, el nuevo Hotel Atlántico, el Oratorio San Felipe Neri...

Han leído que en el nuevo IKEA de Jerez más del 80 por ciento de la plantilla seleccionada es jerezana. Y se preguntan por qué no ocurre lo mismo en las obras de la capital. Todos coinciden en la misma idea: las empresas adjudicatarias de los trabajos que se realizan en Cádiz se traen los obreros de fuera. "Qué menos que el 60 por ciento de los trabajadores sean de Cádiz", apunta Juan Becerra. Lleva dos años parado. "En este tiempo habré conseguido trabajar no más de un mes. El Plan E es de 'Engaño'. Los de Cádiz, en una obra en Puntales, fuimos al mes a la calle, se quedaron los de fuera, como siempre", explica. Roberto Ojeda apuntala las críticas de Becerra. "En Cádiz hay trabajo, pero se lo llevan los de fuera. Empresas que se traen a sus obreros, y nosotros a palo seco. Todo Cádiz levantado y ningún gaditano trabajando", dice este padre de siete hijos con 400 euros de ayuda familiar al mes. Lleva más de un año parado. "Estoy tirando de las escasas ayudas, de Cáritas. Lo poco que cobro lo gasto en alquileres, agua y luz. Te lo dice un oficial de primera soldador y segunda de albañilería. Habré echado 2.000 currículums, pero no vale para nada".

Juan Fernández cumple cinco meses sin trabajar. "Estuve en una de las obras del Plan E, en la avenida de la Bahía, y aún estoy sin cobrar. Soy oficial de primera solador. Se lavan las manos en la constructora". Aunque culpa de la situación al Ayuntamiento, Juan da un toque a la oposición: "Que dé la cara, que no se ha acercado nadie a preguntarnos".

En la plaza de San Juan de Dios despliegan sus pancartas parados de larga duración como Francisco Martínez Román. Trabajaba en el servicio de alcantarillado cuando el desempleo llamó a su puerta en 1992. Ha tenido trabajos esporádicos, pero nada que huela a estable. Asegura tener muchos más diplomas de cursos que horas cotizadas. Pronto cumplirá 50 años. "En verano me dedico a vender papas para ir tirando. Estoy en todas las bolsas de trabajo, pero no sale nada. En Orientación Laboral sólo te dicen que te formes, pero eso no garantiza que te vayan a colocar", lamenta.

Tomás Michinina es empleado de banca en paro. Se le han acabado las ayudas. "El Plan E no funciona porque las empresas que ganan las adjudicaciones se traen a sus propios obreros de fuera", denuncia con vehemencia. Alrededor de la grabadora se van sumando las voces de la desesperación. Uno de los portavoces, Isaac Pantoja, anuncia que desde mañana lunes intensificarán sus protestas. La plataforma de parados pretende visitar las sedes de otras administraciones como la Delegación Provincial de Empleo o la Subdelegación del Gobierno. "Como si tenemos que ir a la Moncloa, lo que haga falta. Si hay que hacer huelga de hambre, se hace", grita Pantoja. La lucha de estos desempleados no ha hecho más que comenzar. Piden trabajo, un bien escaso en la llamada capital del paro.

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