"La ilusión es clave; alguien motivado vale más que 50 ó 100 desmotivados"

Sin una idea clara de su camino, arrastrando cajones por los pasillos de los aeropuertos y con tantos miedos como esperanzas, Víctor González, ingeniero naval, desembarcó en Los Ángeles un día de hace una década junto a su socio Ignacio Vargas. Su equipaje era ligero: un CD-ROM. "No teníamos ni un plan de negocio, ni visión empresarial, sólo mucha ilusión y que nadie había hecho nada en este submundo de los efectos digitales". El submundo en cuestión es la simulación de fluidos en movimiento a través de un software que bautizaron RealFlow. Los sueños se materializaron en un pequeño stand en la feria de referencia mundial del sector y una buena acogida de la industria de Hollywood. El proyecto cuajó, la clientela creció y hoy en día la compañía tecnológica Next Limit está unida a títulos súper taquilleros como El Señor de los Anillos, Ice Age, Benjamin Button o 300, donde quizá han hecho algunos de los trabajos más curiosos al reproducir las gotas de sangre que salpican a espartanos y persas en las cruentas batallas del desfiladero de las Termópilas. El reconocimiento no ha podido ser mayor en la meca del cine: el RealFlow recibió un Oscar técnico en 2008 y realizó un cameo en la última gala de los Goya con una cortina simulada que empapó a Buenafuente.

Éste es, hasta ahora, el guión de la historia exitosa de un emprendedor, un ejemplo para el centenar de alumnos y profesores que ayer llenaron el salón de actos de la Escuela de Empresariales. González fue el encargado de inaugurar el ciclo de conferencias Presencias Empresariales organizado por la Cátedra de Emprendedores, junto al Consejo Social de la UCA, la Fundación Universidad Empresa y la CEC, además de contar con la colaboración de la Fundación Pública Andalucía Emprende y el Grupo Joly. Para su director, José Ruiz Navarro, esta iniciativa es una muestra del "compromiso" que ha adquirido la UCA con los emprendedores. "Una sociedad sin empresas de calidad no tiene futuro y éste pasa por la Universidad, que es la fábrica de conocimientos".

La experiencia de Víctor González le ha llevado a extraer una serie de conclusiones sobre las claves de una aventura por cuenta propia. La ilusión es clave, tanto para empezar como para crear un equipo: "Una persona motivada vale más que 50 ó 100 desmotivadas; cuando la ilusión se pierde, el proyecto se convierte en una cuenta de resultados sin mucho futuro". La innovación no hay que forzarla: "No se trata de sentarse delante de una hoja en blanco, sino que es un proceso constante y es importante tener paciencia". Y el crecimiento encierra generosidad: "El verdadero emprendedor debe dejar que otros emprendan a su lado". Además, las oportunidades se multiplican hoy en día gracias a la globalización, aunque también la competencia, y el conocimiento es una de las mejores inversiones porque, en casos como el suyo, requiere de una inversión modesta y puede darse a conocer de forma más fácil a través de internet y las redes sociales.