La ordenanza ofrece algunas lagunas respecto al nudismo
Se resalta que por la tradición se estipula la zona de Santibáñez para esta práctica y deja sin especificar si el toples está permitido y los niños pueden pasearse desnudos
Son muchos los interrogantes que surgen tras la lectura de la normativa municipal referente al uso y disfrute de las playas de la ciudad de Cádiz. El Ayuntamiento se ha pronunciado tras la acción de protesta nudista realizada en la jornada del domingo por los tres miembros de la asociación Anncaje a la altura del módulo central de la playa Victoria.
Desde el Consistorio se comunica que la Policía Local "procedió a denunciar, en cumplimiento de la Ordenanza Municipal, a tres hombres por encontrarse practicando nudismo". Al mismo tiempo -continúan- "se trata de una infracción leve" (sancionada con una cuantía económica que va de los 100 a los 750 euros) y que la multa "no se concretará hasta que se termine de instruir el expediente".
En Cádiz hay dos categorías en la tipificación de las playas. Las playas urbanas consolidadas, entre las que se encuentran La Caleta, Santa María y la Victoria; y las playas naturales sin protección especial, esta denominación es la de la playa de La Cortadura. En la ordenanza, elaborada hace justamente un año, se especifica que "se prohíbe la práctica del nudismo en las playas que tengan la consideración de urbanas". Para las playas clasificadas como naturales "se podrá practicar el nudismo siempre y cuando exista una zona habilitada para ello".
Ese es el caso de la zona de Santibáñez en la playa de La Cortadura. La ordenanza refleja que "se permitirá esta práctica en dicha zona" debido a que "tradicionalmente se ha practicado el nudismo" y se apoya en el texto del Plan de Explotación de Playas de 2010. Sobre esta cuestión se posicionó el domingo el presidente de la asociación naturista Anncaje, Juan José López Jarillo, que argumentaba sobre el concepto de tradición que, "si hoy nos desnudamos y lo hacemos de forma habitual, la playa Victoria será la próxima playa nudista en Cádiz".
Otro de los aspectos que plantea la ordenanza municipal, que deja abierto el campo en los usos y disfrutes de las playas, es la polibilidad de hacer toples. Es algo habitual, asumido como signo de normalidad, observar a mujeres que toman el sol libremente sin la parte superior de su bikini sin recibir la desaprobación de los usuarios de la playa o de las autoridades locales. Tampoco queda claro si el toples está catalogado como acto nudista. Si así lo fuera, se incurriría en una falta leve. Desde la asociación Anncaje -en boca de su presidente- se pide que se "trate por igual a todo el mundo" y que de la misma forma que la práctica del toples se ha asumido por los ciudadanos "con el tiempo, con el desnudo integral puede ocurrir también lo mismo".
Tampoco queda especificado si existe una edad límite para aplicar la normativa municipal. Algo que también es habitual es encontrar a niños de pocos años jugando desnudos o con los padres mientras son aseados en las duchas de los distintos accesos a la playa. Julián Santa María es socio de Anncaje y padre de un niño de tres años. El chico participó también el domingo en el acto nudista y su padre explica que la intención de sumar a su hijo "es la de mostrar normalidad" y de contraponer su postura ante "los que argumentan que es de mal gusto realizar nudismo en una playa familiar". Desde la asociación piensan que en el Ayuntamiento "pretenden autoerigirse en salvadores morales del pueblo" y que lo que "se está castigando con esta actitud es la genitalización".
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