Los trabajadores de San Juan de Dios ponen fin al encierro
El Obispado se comprometió ayer a pagar las nóminas de julio el lunes y aseguró también el pago de las de agosto · La Iglesia se reunirá el lunes con Gerón
Menos de 24 horas ha durado el encierro que protagonizaron el jueves los trabajadores del antiguo hospital de San Juan de Dios. Después de iniciar esta movilización como acto de protesta por el impago de las nóminas del mes de julio, el Obispado se comprometió ayer a abonar el importe atrasado el próximo lunes. Eso es lo que comunicó en la mañana de ayer el vicario general de la diócesis, Guillermo Domínguez Leonsegui, a los propios trabajadores en el patio del Obispado, lugar en el que éstos permanecían encerrados desde el día anterior.
El secretario provincial de Organización de Sanidad del sindicato Comisiones Obreras, José Antonio Aparicio, informaba ayer que después del compromiso anunciado por el Obispado “delante de los trabajadores”, la plantilla de 49 empleados decidió en asamblea poner fin al encierro. Un hecho que se entiende como un gesto de confianza hacia la Iglesia. “Entendemos que las palabras del vicario general son una garantía”, afirmaba Aparicio. No obstante, el representante sindical dejó claro que si el lunes no cobran los trabajadores, el martes de la próxima semana volverán a emprender movilizaciones.
Igualmente, José Antonio Aparicio comentaba ayer que el vicario general había asegurado también ayer que la plantilla cobrará las nóminas del mes de agosto. Cabe recordar que cada mensualidad que la Iglesia debe abonar a los 49 trabajadores –según el acuerdo que cerró con la hermandad de la Santa Caridad cuando se hizo cargo de la titularidad del antiguo hospital– se estima en torno a los 30.000 euros.
Con estos compromisos adoptados por el Obispado con los trabajadores, se ponía fin al segundo encierro que protagoniza la plantilla de San Juan de Dios desde que se anunció el cierre del hospital, el cambio de propietario del edificio y su futuro uso como residencia geriátrica. Así, en noviembre de 2006 parte de la plantilla iniciaba un encierro en San Juan de Dios después de que hubiera que cerrar el edificio tras unos desprendimientos en un techo. En aquel momento, el futuro del centro asistencial no estaba muy claro, y con el encierro pretendían asegurar su continuidad laboral. En aquella ocasión, la movilización se alargó durante 16 días, hasta que el vicario general –una vez que el Obispado se hizo con la propiedad del edificio por acuerdo del cabildo de la Santa Caridad– confirmó que se mantendrían sus puestos de trabajo.
Precisamente, el futuro laboral de estos 49 trabajadores es otro de los puntos que deberán quedar resueltos antes de la apertura del geriátrico que gestionará la Fundación Gerón. A este respecto, José Antonio Aparicio también informó ayer que Domínguez Leonsegui había anunciado que el lunes habrá una reunión entre el Obispado y Gerón para abordar la situación de la negociación entre la fundación y los trabajadores para intentar buscar una solución.
Actualmente, la negociación está bloqueada ya que la plantilla exige que se respete su antigüedad laboral en San Juan de Dios, un extremo al que la Fundación Gerón no se compromete al entender que de esta forma la gestión de la residencia de ancianos sería inviable.
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