Casitas bajas empiezan a crecer
Las obras de construcción del edificio destinado a los antiguos residentes de la zona ya han comenzado y algunos propietarios están “esperanzados” · Otros siguen preocupados, llevan muchos años esperando y todavía no ven claro su futuro
“Indignados”. Así es como se sienten muchos de los propietarios de las antiguas casitas bajas de la Barriada España. “Cuando en 2006 se produjo el derribo de las viviendas, sabíamos que íbamos a estar fuera dos años. Ya llevamos cinco, y lo que nos queda. En el mejor de los casos, otros dos años más”, comenta resignado uno de los vecinos.
La obra de reurbanización del solar comenzó a mediados de enero, con varios años de retraso, pero según indican, “va a una velocidad muy lenta. Los metros cúbicos de arena que han quitado son irrisorios al lado de lo que pueden evacuar. Esto hace pensar que los trabajos de construcción van a ir más lentos de la cuenta o no se van a realizar, sólo van a hacer el vaciado de la tierra”, comenta un desperanzado propietario, quien apunta que les han informado de que la lentitud se debe a “la intervención del servicio provincial de arqueología”, que debe determinar si hay algún resto en el subsuelo. Pero esto no le convence, dice que “ya ha habido tiempo suficiente de hacer las catas y el vaciado de tierras”.
Algún vecino indica que existen problemas de créditos para empezar las obras. La empresa Nueva Avenida 2006 S.L., formada por la unión temporal de Inmovisa y SyC95, es la promotora de estos trabajos, y, según apunta uno de los propietarios, SyC95 “no tiene garantes suficientes para afrontar su parte de responsabilidad”.
Hasta ahora, se había anunciado que los retrasos en el comienzo de las obras se debían a problemas administrativos, pero los antiguos habitantes de las casitas bajas opinan que el motivo real ha sido la búsqueda del máximo beneficio por parte de la promotora.
Del terreno que ocupaban las casitas bajas, el actual PGOU de Cádiz, aprobado el 22 de marzo de 1995, en el último gobierno de Carlos Díaz, delimita esta zona como “el ámbito de la Unidad de Ejecución UEX 5 Barriada España”, con una superficie total de más de 5.000 m2, siendo el objetivo crear una zona verde y renovar las viviendas existentes. Este terreno decidió dividirse en dos partes para construir dos edificios iguales, uno destinado casi en su totalidad al realojo de los vecinos y con la venta del otro, la empresa debería sufragar la obra completa y la urbanización del terreno.
A los propietarios de las casitas bajas les informaron de que su parte no podía crecer, pero se encontraron con la sorpresa de que la edificabilidad de la otra mitad del terreno había aumentado casi el doble “para poder alojar una torre y un edificio de uso municipal”, según los vecinos, que piensan que las negociaciones sobre este tema y la búsqueda del mayor beneficio han sido la causa de tanto retraso.
Estos gaditanos se encuentran actualmente en situación de realojo. Para sufragar el gasto de los alquileres, la empresa Nueva Avenida 2006 S.L. abona a cada familia 600 euros mensuales. El problema está en que los precios de los alquileres siguen subiendo. Además, durante estos años ha habido varios parones en los pagos, causando problemas especialmente a los vecinos con menos recursos.
Esta situación y el desgaste producido por el enfrentamiento entre algunos vecinos y de estos con la empresa constructora han mermado los ánimos de los vecinos. En la última reunión que tuvieron para el sorteo de las viviendas ante notario, uno de los propietarios llegó incluso a insultar a José Luis Costa, promotor de la empresa SyC95.
“Llevamos esperando varios años, es una etapa importante en la vida de cualquier persona para estar deambulando a expensas del beneficio de dos empresas”, comenta uno de los propietarios. En este tiempo, han fallecido varios vecinos que abandonaron sus viviendas con la ilusión de volver a una casa nueva que no han podido ver. La situación también causa perjuicio a las personas que viven en casas alquiladas, casas que no pueden poner a su gusto, teniendo una en su propiedad. Y para algunos, los contratos de viviendas efectuados para un plazo determinado han ido expirando y no siempre con facilidad para la renovación.
A pesar de todo, hay propietarios que están “esperanzados” porque “con todo lo que hemos sufrido para llegar aquí, ya estamos cobrando nuestras mensualidades, e incluso nos han abonado las que nos debían. Y ver las máquinas aquí nos llena de esperanza”, comenta uno de ellos. Lo único que teme es que se encuentren restos arqueológicos de importancia que retrasen aún más las obras.
Por su parte, el arquitecto Carlos Sánchez–Polack, del Estudio MCK, que ha ideado el proyecto de los edificios que ocuparán el terreno de las casitas bajas, afirma que “hay que felicitarse porque la obra, por fin, ha comenzado. Y en los tiempos que corren es más difícil hacer las cosas”. Sánchez–Polack sostiene que los retrasos se deben a problemas que no tienen nada que ver con ellos. “Todo tiene sus trámites y no es tan fácil”, declara.
Respecto a la lentitud de las obras, afirma que se debe a los trabajos arqueológicos, cuya primera fase terminó el miércoles sin aparecer ningún resto. Y el jueves comenzó a trabajarse en la viga perimetral que sirve de guía para hacer el muro pantalla, que permite que las máquinas puedan trabajar. Luego seguirán profundizando en el terreno y entrarán otra vez en juego los arqueólogos.
Además, según el arquitecto, a finales de semana los camiones todavía no tenían autorización para entrar por la Avenida Juan Carlos I para acceder hasta el solar, por lo que han tenido que paliar el problema con vehículos más pequeños que han accedido por la Barriada España.
Mientras tanto, los vecinos siguen esperando poder volver algún día a tener su casa en el sitio del que fueron desalojados.
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