Rajoy quiere que "empecemos el futuro en Cádiz, todos juntos"
El presidente anuncia una reunión ministerial presidida por Sáenz de Santamaría para realizar el Bicentenario · Propone encuentros entre representantes de Economía, Industria, Fomento y Empleo
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, declaró ayer en Madrid en la presentación de la XXII Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Cádiz el 16 y 17 de noviembre, que el Gobierno español espera de esta cita enmarcada en la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812 que esté "llena de contenidos, con propuestas concretas, volcadas hacia fuera, centrada en el crecimiento económico, en la cooperación y en los problemas reales de nuestros ciudadanos, como son el empleo y el bienestar". "Empecemos este futuro en Cádiz, todos juntos", propuso ante una amplia representación de embajadores de la comunidad iberoamericana y los más altos representantes del Estado español.
Tras subrayar que la Carta Magna de 1812 es un "referente fundamental en la historia de la libertad en España y América" y que "recordarla juntos es un acto de justicia histórica inexcusable", Rajoy destacó que la "gesta de Cádiz" supuso que "por primera vez España no era definida por su contenido geográfico, sino como una comunidad política formada por el conjunto de ciudadanos, americanos y españoles".
Para resaltar la importancia de la conmemoración, el presidente del Gobierno anunció que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en su calidad de ministra de la Presidencia y presidenta de la Comisión Nacional para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de Cádiz, presidirá una reunión ministerial. "Al igual que la Constitución de Cádiz supuso una renovación de nuestras tareas en común, la Cumbre de Cádiz también tiene que serlo", explicó.
Acto seguido, el primer mandatario español entró de lleno en la "nueva realidad iberoamericana". "La región es hoy más democrática, hay más cohesión social, la economía está en fase de fuerte crecimiento, ha puesto en marcha novedosos procesos de integración, y en el terreno cultural, constituye un espacio de creatividad, originalidad y dinamismo. Ninguna zona puede exhibir tanto talento y dinamismo en los diversos ámbitos", resumió.
Ante esto, Rajoy aseguró que España aspira a "una relación de absoluta igualdad y respeto por los procesos democráticos de cada país, siempre con la mirada puesta en el futuro".
Sobre la base de los principios que forjaron el Estado de derecho -soberanía nacional, libertad individual, representación, separación de poderes e igualdad jurídica-, el presidente del Gobierno abogó por un acto de "realismo histórico y político que nos enseñaron nuestros antepasados, los de todos nosotros, en Cádiz" para fortalecer "nuestros vínculos por encima de nuestras diferencias". Además, apostó por definir el protagonismo de Iberoamérica en España y en la Unión Europea (UE). "Más que nunca, lo que es bueno para Iberoamérica es bueno para España", agregó antes de citar a los presentes a empezar el futuro en Cádiz, "todos juntos".
Para "este empeño común", el político gallego propuso dedicar el almuerzo del segundo día de la Cumbre a discutir "abierta y constructivamente" ese futuro.
En este mismo contexto, Rajoy hizo hincapié en la importancia de las políticas de crecimiento económico con el objetivo de crear empleo y prosperidad, y aseguró que "si conseguimos fortalecer los lazos comerciales y de inversión en nuestros países y crear marcos jurídicos estables, entonces lograremos crear empleo y bienestar en nuestras naciones".
Para ello, el presidente del Gobierno expresó su deseo de que se celebre una reunión de "alto nivel de asuntos económicos" con los ministros de Economía. A su vez, sugirió otras dos complementarias con los ministros de Industria y de Fomento para potenciar la cooperación. Además, ofreció la posibilidad de otro encuentro presidido por la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, tras resaltar la importancia del Convenio Multilateral Iberoamericano.
Por último, el máximo mandatario español se refirió a las Cumbres Iberoamericanas como instrumentos para hacer de los países que participan en ellas "un referente en la escena internacional y un motor de crecimiento y prosperidad".
Rajoy acabó su discurso con las siguientes palabras: "Cádiz y España les esperan a todos con los abrazos abiertos".
Previamente, el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, se preguntó qué podía aportar Cádiz y se mostró convencido de que "debe ser lugar de reflexión entre los dos márgenes del Atlántico en este mundo cambiante". "Debemos reflexionar sobre cómo proyectar nuestros vínculos y valores para las próximas décadas", agregó.
Iglesias subrayó el "futuro prometedor" de América Latina en base a "las buenas condiciones de sus políticas macroeconómicas, a la excepcional dotación de sus recursos naturales, a la mayor calidad real de sus recursos humanos, y, por cierto, a los mejores precios de sus materias primas". "Con la mitad de la población de China, supera a esta potencia emergente en su PIB", sentenció.
Aparte de los embajadores iberoamericanos, entre las numerosas autoridades asistentes se encontraban, entre otros, los presidentes del Congreso de los Diputados, del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, y el Fiscal General del Estado, así como las alcaldesas de Madrid y Cádiz. Teófila Martínez, sentada en un sitio de honor, recibió numerosas muestras de cariño.
En la presentación, Rajoy estuvo acompañado por Iglesias, Sáenz de Santamaría y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
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