Convulso de inicio a fin

Agné cierra una etapa de 15 meses salpicada por los líos institucionales y en la que no funcionó lo deportivo al nivel de exigencia que marca el club

Agné, el día de su debut en el Cádiz-Jaén de la pasada campaña.
Agné, el día de su debut en el Cádiz-Jaén de la pasada campaña.
F.j. Díaz Cádiz

19 de marzo 2014 - 05:02

Empezaba a paladear Cádiz y el cadismo la Navidad de 2012 cuando Raúl Agné apareció por esta tierra como apuesta de Alessandro Gaucci y compañía para enderezar una trayectoria que amenazaba con el descenso a Tercera. Le tocó sentarse en un banquillo del que habían salido mal parados Alberto Monteagudo y el desaparecido Ramón Blanco. El aragonés, de Mequinenza, tuvo que lidiar en la segunda mitad de campaña 2012-13 con un equipo repleto de carencias y que ofrecía una grave falta de personalidad, y le costó hacerse notar para evitar la caída a Tercera, lo que consiguió en la penúltima jornada. Esta temporada, mejor equipo y peor, mucho peor, panorama institucional. A Agné se le ha ido escapando el objetivo lejos de casa, donde ha pasado los últimos 15 meses haciendo más de lo que le correspondía pero en dirección equivocada.

Agné pone el punto y final a su etapa en el banquillo gaditano dejando tras de sí un total de 52 partidos de Liga en el grupo IV de Segunda División B. Un ciclo dividido en dos bloques: uno inicial, el de la pasada campaña, centrado exclusivamente en sacar al equipo de las últimas cinco posiciones; y otro, el actual, que persigue un play-off que que cada vez está más lejos. Tanto, que ayer se fracturó la relación entrenador-club para coger cada uno por su lado.

En el reguero que deja el preparado aragonés ganan las corrientes de los detractores, que ven colmadas sus aspiraciones para dar un giro a la situación empezando por el relevo en el banquillo. Menos son los que han apostado por este técnico, quienes siempre han valorado su dedicación y capacidad de manejar el grupo en situaciones tremendamente convulsas. Pero por encima de los partidarios para tomar la decisión de destituirle, hay una realidad aplastante que señala a la trayectoria del equipo fuera de casa, donde los números no invitan a aspirar a nada serio. Con nueve derrotas a esta altura de competición -ocho de ellas lejos del Ramón de Carranza-, se antoja como una odisea mirar al Cádiz como un candidato sólido. Lo ha sido sólo ante sus aficionados.

Agné debutó con una durísima derrota ante el Jaén (0-1) por culpa de una comprometida cesión de Diego Bermúdez a Aulestia que se tragó el portero. Y ahora se va tras otra humillante derrota en el campo del peor local del grupo IV y uno de los cuatro peores en casa de la categoría, el Almería B. Entre un extremo y otro, 52 duelos con 24 victorias, 11 empates y 17 derrotas, 77 goles a favor por 48 en contra. Un total de 83 puntos sumados de 156 posibles.

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