Los traidores
Comparsa
Localidad: Alcalá de Guadaira (Sevilla)
Letra y música: Juan Manuel Moreno Gandul y Luis Manuel Rivero Ramos Dirección: Alejandro Casasola Pazo
el tipo. Serpientes en el Jardín del Edén.
las coplas. Un mundo de tiranos que nos traicionan para tenernos como servidores. Una idea sugerente con la que la comparsa alcalareña ha entrado por primera vez en los cuartos. No desafina entre la clase media, que lo mismo entra que se puede quedar fuera. El grupo, que esta vez sí parece más compacto en comparación con el primer día, y la música atrapan algo más que las letras. En el primer pasodoble, se dirigen a los periodistas para defender a los que llevan "la voz del día a día" con una "información veraz" frente a los que tienen una "mente tan perversa y tan miserable" que intentan condicionar a los votantes con su manipulación. En el segundo, dan una vuelta de tuerca al tema del maltrato cuando dan a entender que están hablando al principio del terrorismo yihadista. Los maltratadores son "una raza inhumana" que "acaba con las mujeres". No caemos en la tentación de los cuplés. Primero, comparan a su mujer con una serpiente, por lo que acabarán durmiendo en el sofá, mientras que en el segundo hablan de las personas con suerte, la misma que han tenido las ninfas para no acabar comiendo "anacardos, pistachos y gomitas".
EN PRELIMINARES
l
as coplas. Traicionan a Eva al darle a probar la manzana prohibida. Trajeron el pecado, pero hay más serpientes en la sociedad que nos pueden llevar por mal camino. La comparsa de Alcalá, una de las que casi siempre se queda rozando el corte de los cuartos, presenta una apuesta original, pero que se desarrolla con un repertorio un tanto desigual, con momentos brillantes como las manzanas de PP y PSOE o la traición del Carnaval, pero también con otros que no lo son tanto. En el pasodoble, la música se muestra muy por encima de las letras. Con un corte muy clásico, el grupo luce, sobre todo, a partir del trío, dulce y alegre. En su primer tema olvidan los llantos por no haber conseguido su objetivo hace un año, ya que "no sirve el lamento si no hay argumentos que te ayuden a avanzar" -muy valorable que no sigan el camino de otros autores-. El segundo se cae en el remate al hablar de lo que un libro nos proporciona y su potencia para la muerte por el fanatismo religioso. Cuplés sosos de rabo de Whatsapp y gimnasios. El que avisa no es traidor.
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