El poblado de Sancti Petri mira de nuevo al pasado para vislumbrar su futuro
El plan de usos de 2010, rescatado por el PSOE como marco del nuevo proyecto para la península, pone el acento en la tradición y el mar
Tras el reciente anuncio, llevado a cabo esta misma semana, por parte de Ayuntamiento y Junta de Andalucía sobre la intención de ambas administraciones de poner en marcha el próximo año las actuaciones relacionadas con el desarrollo del poblado de Sancti Petri con base en los presupuestos europeos de la Iniciativa Territorial Integrada (ITI), todas las miradas se centran ahora en el proyecto en torno al cual girarán esas actuaciones, una iniciativa que, en este mismo anuncio, se encuadró dentro del plan de usos planteado por el PSOE en el año 2010.
Fue en marzo de ese año cuando el entonces alcalde, José María Román, presentó las líneas maestras del borrador que se trasladó a la denominada Mesa por Sancti Petri, un órgano creado para el estudio y el debate del plan de usos y la puesta en valor del poblado almadrabero, y en el que estaban representados partidos políticos, entidades implicadas y colectivos sociales y económicos de la ciudad.
Este borrador, según se argumentó entonces por parte del equipo de gobierno, era fruto del consenso entre el Ayuntamiento, la Dirección General de Costas y la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA), contemplando, entre los elementos más destacados, la ampliación de amarres, la construcción de un aparcamiento subterráneo de unos 10.000 metros cuadrados, la construcción de un varadero en el puerto deportivo, la consolidación del Caño Chanarro y del Club Náutico, nuevos espacios para la hostelería y el comercio y espacios libres en los que disfrutar de este enclave.
Así, tras un primer esbozo del proyecto que el equipo de gobierno había diseñado y su puesta en común en la citada mesa, fue en septiembre de 2010 cuando el regidor chiclanero expuso a la opinión pública el citado Plan de Usos, un documento con el que se pretendía, según sus propias palabras entonces, convertir este enclave en un importante referente turístico y dinamizador de la economía local, poniendo el acento en el carácter plural y abierto del poblado, así como en el mantenimiento de la tradición y la esencia de dicho lugar.
En lo que a la temática general del proyecto respecta, cabe destacar que en el momento de su presentación desde el Consistorio se argumentaba que dicho plan de usos "descansa en un conjunto de elementos fundamentales complementarios, que se estructuran en torno a un tema central, el mar, que sirve de nexo de unión entre los pilares que constituyen la oferta prevista, y que además sería el argumento promocional y publicitario de la nueva península. La historia, las tradiciones, la almadraba y la vida en el mar formarían parte, en mayor o menos medida, del hilo conductor del centro, complementados con otros relacionados con la cultura, la gastronomía o el espectáculo".
En ese primer plan de usos se hacía hincapié en su sustentación sobre cuatro pilares como eran el uso náutico-deportivo, el pesquero, el cultural y el social. En cuanto a las superficies contempladas, al uso pesquero se le dotaba con 4.801 metros cuadrados, un 4,9% de la ocupación; al uso náutico deportivo con 11.328 metros cuadrados, un 11,5%; a varaderos 22.472 metros cuadrados, el 8%; hostelero y comercial 6.988 metros cuadrados, un 7,01%, y al dotacional con 8.723 metros cuadrados, el 8,9%. En este último uso se incluían servicios como el sanitario, religioso, administración pública, etc.
Entre las iniciativas que se proponían dentro del plan de usos destacaban la creación de un centro de interpretación histórica del entorno bajo el nombre Templo de Hércules, así como la restauración medioambiental de más de 6.500 metros cuadrados de zonas naturales en mal estado.
El uso pesquero recobraba también gran protagonismo, con la inclusión de muelles y superficies de carga y descarga, industria auxiliar y talleres, servicios a usuarios, etc. Por su parte, dentro del uso náutico deportivo se incluía capitanía, administración, centros de vela ligera, Club Náutico Sancti Petri, Caño Chanarro, puerto deportivo, Club Náutico Alcornocal (de nueva creación) y tres centros de actividades náuticas.
Por otra parte, la estructura para el paso de vehículos contemplaba la conservación de la misma entrada que existe en la actualidad, llegando dicho vial hasta la zona pesquera y dividiéndose luego en viales interiores, pero con el acceso restringido. Asimismo, se suprimía la circulación por la zona norte y sureste de la península, con el fin de favorecer el uso peatonal de las mismas. En total se preveían unos 663 puntos de estacionamiento para los vehículos, además de contemplarse como una de las actuaciones más destacadas la creación de un aparcamiento subterráneo con unas 480 plazas.
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