Hay que volver a ganar
Tenerife-cádiz · la previa
El conjunto amarillo, que no conoce la victoria en las últimas tres jornadas, quiere traducir sus buenas sensaciones en los puntos necesarios para escapar de la zona de descenso.
El Cádiz regresa a la realidad que más le interesa, la que de verdad le importa, la del campeonato nacional de Liga. Esa es la prioridad absoluta después de los seis años que ha costado ingresar de nuevo en la nómina del fútbol profesional. Hoy le toca rendir visita al estadio Heliodoro Rodríguez López para medirse al Tenerife (a partir de las ocho de la tarde, hora peninsular, en un duelo televisado en directo a través de Gol TV, LaLiga 1|2|3, Vodadone, Orange y Telecable) con el firme propósito de escapar de la zona de descenso, a la que se vio abocado el pasado fin de semana tras empatar en casa sin goles frente al Girona. Para salir de ahí necesita reconciliarse de manera urgente con el verbo ganar. No es fácil tener que hacer fuera la tarea que dejó pendiente en casa, pero es lo que hay.
El extremo Salvi, inmerso de lleno en su proceso de recuperación del esguince de rodilla que sufrió en un entrenamiento el pasado día 4, es la única baja por lesión en los amarillos, que tampoco contarán con Jon Ander Garrido, recién salido de su lesión muscular en su muslo derecho -le hizo perderse los compromisos ligueros ante Rayo Vallecano y Girona y el de Copa frente al Córdoba- aunque el cuerpo técnico ha preferido no forzar para evitar males mayores. El vasco dispone de una semana más de trabajo para reingresar a tope en el equipo.
El Cádiz pisa territorio insular en la décima jornada con el reto de un triunfo con el que rebasar en la tabla a un rival que sólo lleva un punto más -10-, que los gaditanos -9-. Se trata, por tanto, de una cita entre dos escuadras que lucha por dar un paso hacia la parte templada.
El cuadro amarillo, que atesora sólo un tercio de los puntos disputados, tiene que empezar a producir con más frecuencia para no verse relegado a los puestos de cola.
La vuelta al torneo doméstico conlleva también la reaparición de los futbolistas que son habituales en la Liga después de descansar en el encuentro de la Copa del Rey contra el Córdoba disputado el pasado miércoles. La eliminación a manos de conjunto verdiblanco libera al conjunto gaditano de cualquier obligación que no sea la larga y dura batalla por la permanencia, que no se presenta nada fácil como ya ha quedado demostrado. Se acabaron los partidos entre semana y el torneo de la regularidad es lo único que ocupa a un equipo que vive su primera semana en la desagradable parta baja de la clasificación -la 19ª posición- arrastrado por un preocupante balance de un punto en las tres jornadas más recientes ya tachadas del calendario (consecuencia de dos derrotas y unas tablas). Tres encuentros ligueros consecutivos sin conocer la victoria son demasiados en una categoría caracterizada por la igualdad en la que no se dan pasos en la dirección adecuada sin sumar de tres en tres. La nota esperanzadora es que el Cádiz ha retomado el pulso competitivo que había extraviado. Hizo aguas ante Oviedo y Rayo aunque ofreció sensaciones positivas en los dos últimos partidos y ahora llega el momento de traducir en puntos esa evidente mejoría, coincidente con la puesta en escena de José Mari. El roteño tardó en estrenarse -llevaba varios meses sin competir- pero enseguida se echó el equipo a su espalda con su valiosa aportación en la media -tanto en el esfuerzo como en el criterio a la hora de distribuir el balón- que supone un salto de calidad en el plano colectivo. El preparador cadista, Álvaro Cervera, ha reconocido el papel relevante que puede desempeñar un jugador con amplia experiencia en Primera División.
Con la Liga vuelve el equipo considerado titular. Alberto Cifuentes, suplente en la Copa, se coloca de nuevo en la portería, escoltado en defensa por Javier Carpio y Brian Oliván en los laterales y Aridane y Sankaré o Servando como centrales. Sin Garrido disponible, en la medular parece claro que el entrenador volverá a juntar a José Mari y Abdullah, que se entendieron bien como pareja en el choque contra el Girona. Si se mantiene fiel a su estilo de emplear dos jugadores de bandas, uno será Álvaro García y quizás repita Carlos Calvo, titular en el choque contra el Girona, aunque Nico Hidalgo cuajó una buena actuación en la Copa y no sería extraño que empezara en el costado derecho. Ortuño tiene plaza en la delantera y hay una amplia nómina de candidatos para acompañarle: Rubén Cruz, Eddy Silvestre, Gorka Santamaría... La plaza de tres cuartos no tiene un inquilino fijo y Cervera dispone de un amplio abanico donde elegir.
La victoria es un bien que se hace necesario para los gaditanos por varias razones. La primera, para escalar algún puesto en la tabla que le haga salir de donde está. La segunda, para conseguir el primer triunfo a domicilio desde su regreso a la categoría de plata. Es su asignatura pendiente. La tercera, para inyectar una dosis de calma al vestuario y elevar la autoestima. En el fútbol lo cuenta es el resultado y el buen juego no sirve de nada si no está aparejado a los puntos.
Las opciones de éxito en el terreno del Tenerife pasan por perforar la portería contraria. El Cádiz acumula tres encuentros de Liga seguidos sin marcar un tanto (270 minutos de sequía) y esta tarde afronta el deber de enderezar el punto de mira. No le queda otra. Además de acertar en la definición, debe mostrarse sólido en las labores defensivas, un factor fundamental fuera de casa. Los gaditanos han recibido al menos un gol cada vez que han ejercido de visitantes y el reto inmediato es cerrar la portería con la máxima concentración desde el pitido inicial hasta el final.
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