Encuentro de waterpolo con final feliz para el Puerto Real

Fútbol l Tercera División

Un autogol de Sambruno condena al San Fernando en un campo impracticable

El isleño Castillo y el puertorrealeño Melchor se enzarzan en una pelea en el barro.
El isleño Castillo y el puertorrealeño Melchor se enzarzan en una pelea en el barro.
Rocío Sáez / Puerto Real

15 de noviembre 2010 - 05:02

puerto real: Isaac, Jairo, Alfonso, Jime Otón , Juanma, Vicente, Selu (Juanlu, 83'), Manu (Fernández, 88'), Navarro, Melchor y Sergio Berro (Salvi, 74').

san fernando CD: David Zamora, Sachetti, Nono, Silveira, Selu, Carlos, Castillo, Sergio Beato, Sambruno, Brahim (Capi, 80') y Noel (Juanmi, 58').

Árbitro: Núñez García (onubense). Amarillas a Manu, Alfonso, Noel y Sambruno.

Gol: 1-0 (77') Sambruno, en propia meta.

Incidencias: Partido correspondiente a la 13ª jornada disputado en el Sancho Dávila ante unos 400 espectadores, de los que gran parte eran seguidores del equipo visitante.

La primera parte, un partido de waterpolo; la segunda, lucha en el barro. Uno de los derbis más esperados de la Bahía, que prometía una tarde apasionante, recordó a todo menos a fútbol después de que la intensa lluvia dejara el Sancho Dávila impracticable. Sin embargo, cuando parecía que ni Puerto Real ni San Fernando serían capaces de marcar y todo indicaba que el duelo acabaría en tablas, se decantó el choque del lado local.

El partido comenzó bajo un impresionante aguacero que hacía imposible cualquier intento de jugar e incluso simplemente correr y aunque el manto de agua amainó unos minutos después del pitido inicial y cesó definitivamente al cuarto de hora, el terreno de juego quedó cuál piscina olímpica, para el resto del encuentro.

A pesar de todo, ambos conjuntos hacían lo imposible para intentar tomar ventaja en el choque y así, en el minuto cuatro el San Fernando intentaba un tiro que se marchó por encima del travesaño y en el minuto ocho, el Puerto Real llevó peligro al área visitante, si bien la jugada concluyó con falta al portero. Tras el primer cuarto de hora, los azulinos (en esta ocasión de morado) enlazaban como podían varios pases y la jugada finalizaba con un lanzamiento de Selu que sin problemas detuvo Isaac. Poco después, llegaba la réplica verdiblanca con un disparo del otro Selu que se marchaba a la derecha de la meta de David Zamora.

Sin embargo, la más clara del encuentro llegaba para los locales en el minuto 25. Melchor se llevaba las manos a la cabeza por la incredulidad de que el balón no terminara en el fondo de las mayas tras un lanzamiento suyo con el portero adelantado y cuando el 1-0 se cantaba ya en la grada. Hasta el descanso solo se pudo ver el esfuerzo improductivo de los dos equipos para intentar adelantarse y entre lo más destacado cabe reseñar un lanzamiento lejano muy peligroso de Navarro y una internada de Sergio Berro, ambas acciones al filo del intermedio.

Ya en la segunda mitad la primera ocasión para abrir el marcador vino de las botas de un viejo conocido en la Villa, Sergio Beato, que lo intentó pero su tiro se marchó fuera. Poco después, el Puerto Real veía con impotencia como era incapaz de sacar fruto de una buena jugada en el área tras una internada de Selu por la imposibilidad de que la pelota corriera. Esa impotencia se apoderó de las dos escuadras durante la mayor de los minutos y poco juego se podía ver. Parecía imposible que alguno inaugurara el marcador pero en el minuto 77 llegó la sorpresa en forma de gol y alegría para los puertorrealeños. Centró Salvi, se formó un barullo en el área y al final fue el visitante Sambruno el último en tocar la pelota, que terminó dentro de la portería azulina. El susto del posible empare vino para los verdiblancos cerca del final cuando un despeje de la zaga rebotó en Sergio Beato yendo el esférico directo a puerta, si bien Isaac sacó una mano prodigiosa.

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