El epistolario inédito entre los poetas del 27 y el grupo Cántico
Olga Rendón rescata en un doble volumen la correspondencia entre Ricardo Molina y autores como Vicente Aleixandre
Nada hacía sospechar a Olga Rendón que un buen día desplegaría en sus manos las cartas íneditas que el premio Nobel Vicente Aleixandre y otros poetas de la Generación del 27 mantenían con los jóvenes miembros del grupo andaluz Cántico. Este archivo epistolar de más de 100 cartas, propiedad del codirector del grupo, Ricardo Molina, fue legado a sus descendientes, una sobrina, pues no tenía hijos, a la que esta profesora de Literatura y doctora en Filología Hispánica llegó en una de esas carambolas del destino. Una boda le condujo a un viaje a Ibiza, donde vive la actual heredera, introduciéndola a su vez en otro fascinante viaje por el tiempo, las ilusiones, proyecciones, fracasos y deseos que un nutrido grupo de literatos proyectaban en este intercambio de poesías, textos y su propia forma de entender la literatura y la vida, a través de una abundante correspondencia. Un archivo que sale a la luz en la obra Los poetas del 27 y el grupo Cántico de Córdoba, que ayer presentó su autora en el Centro Cultural Reina Sofía, en un acto organizado por la Fundación Carlos Edmundo de Ory, y que fue presentado por Manuel Ramos. Así, este epistolario inédito editado en dos volúmenes por Alegoría Editorial, recoge en el primero de ellos transcrita y anotada la valiosa correspondencia entre Ricardo Molina y Vicente Aleixandre, mentor de la revista y amigo de los jóvenes. En el segundo se presenta la transcripción y anotación de las cartas que el poeta y codirector de la publicación andaluza mantuvo con otros miembros del 27 como Luis Cernuda, Jorge Guillén, Gerardo Diego y Dámaso Alonso.
Todo un testigo de la valiosa crítica literaria que aportan las cartas que Olga Rendón descubrió e investigó en profundidad, en lo que ha sido un proceso muy "emocionante". Un recorrido que inició en su tesis y que luego depuró hasta convertirse en esta obra.
En este camino ha descubierto otra forma de introducirse en los versos de los poetas, desde la propia transcripción que ellos mismos hacían, así como de otros aspectos de su propia vida. "En las cartas de Aleixandre habla mucho de sí mismo, de amor, de pecado y de dios. Comunica muy bien su poesía a través de estas cartas". Una correspondencia muy abundante -previamente catalogada por su heredera- que también denota la evolución de la relación entre los poetas a lo largo de casi 20 años, "y es que cambia mucho de uno a otro".
Junto a estas cartas también descubrió numerosos recortes de prensa, manuscritos, felicitaciones, documentos personales y tan "vivos" como las cartas, un formato que hoy está en extinción.
Los volúmenes incluyen así un índice, así como una reseña del grupo Cántico, un perfil de su protagonista, Ricardo Molina y un estudio crítico que permite "entender la correspondencia y ubicar las cartas".
Un valioso legado que testifica la firme unión entre los poetas del 27 y de Cántico, en un momento delicado de la historia de España, en plena dictadura, con algunos escritores en el exilio, y del que hoy tenemos constancia "gracias a sus herederos, que tienen un papel fundamental en su conservación hasta hoy".
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