Wicked | Crítica
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Ayer falleció en Jerez, rodeado de los suyos y tras una larga enfermedad, el matador de toros José González Copano, un hombre muy apreciado como profesional del mundo del toro y muy querido por su entrañable personalidad y bonhomía.
Nacido en Jerez el 15 de mayo de 1944, debutó de luces en junio de 1960 en la plaza de San Fernando. Tras una etapa de dos temporadas en las novilladas económicas, especialmente en El Puerto, debutó con caballos en Jerez el 23 de mayo de 1963, el mismo año de su primera cornada, recibida en el coso sanluqueño el 28 de julio siguiente. No lo tuvo fácil Copano, que vería como en su repetición como novillero en Las Ventas, el 15 de agosto de 1964, un toro mató a su banderillero, el también jerezano Manuel Leyton Peña "El Coli".
Su afición y determinación por ser gente en el toro le llevó, superando adversidades, a tomar la alternativa. Fue una época de una importante baraja de novilleros entre quienes destacaba Paquirri, con el que Copano se enfrentó varias veces, entre ellas en la plaza de Cádiz, el día del debut con caballos del de Barbate. El doctorado llegó el 12 de septiembre de 1965 en Jerez de manos del matador de toros mexicano Joselito Huertas, con Diego Puerta como testigo ante toros de Aparicio.
Confirmó la alternativa en Madrid con Luis Alfonso Garcés como padrino, en presencia del torero de Aguascalientes Jesús Delgadillo "El Estudiante". Lidiaron toros de la ganadería de "Charco Blanco", de Enriqueta de la Cova. Cortó una oreja a cambio de una cornada leve.
No tuvo muchas oportunidades Copano en su etapa de matador y tras una cornada grave en Marbella en 1973, mató su última corrida en la misma plaza costasoleña en 1974 para pasarse a las filas de los de plata.
Entró en la cuadrilla de Francisco Núñez "Currillo" ocupando el puesto del recordado Juan Antonio Romero y desde entonces figuró en las cuadrillas de los mejores matadores de nuestro rincón taurino, como José Luis Galloso, Paco Ojeda, Emilio Oliva hijo, Rafael de Paula, Javier Buendía, los rejoneadores Fermín Bohórquez padre e hijo, Juan José Padilla y otros profesionales, revelándose como un extraordinario profesional en la brega.
El mundo del toro le brindó recientemente un homenaje con un festival en el coso sanluqueño.
De singular carácter, de dignidad profesional ingobernable, y dueño de una innata torería, José González Copano era muy querido y respetado por todos los profesionales, y se movía conservando ese aura especialísima de los matadores de toros de Jerez. Echaremos de menos a un torero de esta naturaleza y enviamos nuestro pesar a toda su familia; especialmente a sus hijos Pedro y José María y a su ahijado Tomás, herederos de su añeja torería.
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