Pescando sueños

Compañía: Fernán Cardama (Argentina). Texto y dramaturgia: Carlos Piñero. Intérprete: Fernán Cardama. Musicalización: Tomás Baudelaire. Escenografía: Pablo Lavezzari. Diseño: Federico Barquero. Día: 9 de junio. Lugar: Central Lechera.

Pescar, a veces, rima y casa con soñar. Cuando es más importante su rito, ceremonia o parafernalia -aquí en Cádiz resuelta con la caña del país y el puente Carranza- así como el relato de la hazaña, más que la productividad real, se transforma en una auténtica redada de ilusiones. Desde esta perspectiva, la afición a esta actividad, que precisa de silencio y paciencia, se convierte en punto de partida, pretexto para la estructura, además de soporte para las técnicas empleadas, de este espectáculo.

Todo el montaje se desarrolla a través del sedal conductor que constituye el narrador-manipulador (y también actor) siempre omnipresente. Ataviado a la última moda pesquera, para ilustrar su narración va accionando títeres, propiamente dichos, de diferentes tamaños, mediante el recurso de varillas, aunque también usa alguno que otro de mecanismo. Resulta muy interesante la manera en que se utilizan los 'avíos' de pesca, a veces como tales objetos reales y, como contrapartida, cambiando su función y transformándolos, por tanto, en títeres. Igualmente, construye algunos muñecos en directo y a la vista del espectador, como para mostrar la maquinaria escénica. Rematado el conjunto con una interpretación convenientemente matizada, sobre todo de humor, se nos revela una trama sencilla, pero con bastante enjundia, sobre una vida y una amistad construida más allá de los límites establecidos por la naturaleza o la sociedad. Ante la presión inquisitoria que ejercen, sólo queda la opción de indignarse -aliento de estos tiempos revueltos- y comprometerse en la acción de cambiar. Lo que nos lleva a comprender que el mar y el cielo son una misma cosa.