Juan Clavero /

El negocio del agua

EL ALAMBIQUE

12 de diciembre 2011 - 01:00

EL agua es una sustancia imprescindible para la vida, la salud, la calidad de vida de los ciudadanos y las actividades productivas. El derecho de acceso al agua potable es un derecho reconocido a nivel mundial, y entra dentro de los objetivos del milenio aprobados por las Naciones Unidas.

Pero el agua es un gran negocio con precios y clientela asegurada. En todo el mundo las empresas multinacionales se han lanzado a conseguir el control de este preciado líquido, que en un futuro no muy lejano será más valioso que el petróleo. La crisis se está convirtiendo en el terreno abonado para el asalto final. Ante la precaria situación económica de las administraciones públicas, las empresas privadas conspiran para quedarse con este sustancioso negocio. Desgraciadamente casi todos los partidos políticos están por la labor de hacer caja vendiendo las empresas públicas que gestionan el agua.

En El Puerto, el Pleno del Ayuntamiento -con el voto del PP y del PA-, ha aprobado la privatización el 49% de Apemsa. Se están utilizando todo tipo de eufemismos, pero en definitiva lo que se pretende es vender casi la mitad de esta empresa municipal -o sea, de todos los ciudadanos- a una empresa privada. Si se lleva a cabo, nada impediría una segunda operación para su venta total.

Los argumentos siempre son los mismos: aumentará las disponibilidades de financiación, mejorará el nivel tecnológico… pura demagogia. El dinero no irá a mejorar el abastecimiento y saneamiento, sino a pagar gastos generales de la maltrecha economía municipal; la tecnología se compra, en el mercado se ofrece todo tipo de innovaciones para mejorar la gestión del agua, y sin necesidad de vender la empresa.

Pero esta decisión es, sobre todo, una auténtica estafa electoral. Las elecciones sirven para que los ciudadanos nombren a sus representantes, que se presentan con el compromiso de ejecutar un programa electoral. Ni el PP ni el PA llevaban en sus programas la privatización ni total ni parcial de ninguna empresa municipal. Más aún, el alcalde desmintió en la campaña electoral que lo fuera a hacer.

Esperemos que los Reyes Magos traigan a nuestros responsables políticos una buena dosis de sentido democrático y de defensa de lo público en contra de esta vorágine de privatizaciones.

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