José Mª García León / Historiador

La provincia de Cádiz y el Bicentenario

opinión

15 de diciembre 2011 - 01:00

Es indiscutible, por obvio, el protagonismo tanto de San Fernando, la otrora Isla de León, como de Cádiz a la hora de estudiar los orígenes del constitucionalismo español. Ambas ciudades acogieron a las Cortes Generales y Extraordinarias. La primera de ellas entre el 24 de septiembre de 1810 y el 20 de febrero de 1811, y la segunda desde el 24 de febrero de 1811 y el 14 de septiembre de 1813, al menos formalmente. También fueron sede de buena parte de las Cortes Ordinarias (1813-1814).

Sin embargo, en honor a la verdad histórica, conviene resaltar asimismo la especial vinculación que, en diferente medida, tuvieron otras ciudades de nuestra provincia con algunos diputados de aquellas Cortes. Divulgar dicha vinculación contribuiría no solo a un mejor conocimiento de aquellos hechos, sino también a la inclusión de estas localidades en lo que sería una especie de circuito provincial de ciudades significativas vinculadas al Bicentenario.

ALGECIRAS Y SAN ROQUE:

El padre Vicente Terrero Monesterio, cura párroco de la iglesia de la Palma de Algeciras, donde desarrolló gran parte de su vida pastoral, fue el único diputado que por el Campo de Gibraltar tuvo la provincia de Cádiz. Nacido en la vecina San Roque, fue un parlamentario muy señalado, conocido popularmente como "el cura de Algeciras". Destacado liberal en materia política, con ribetes incluso de republicanismo, en cambio fue resueltamente integrista en materia religiosa. Una curiosa combinación que hace su figura más interesante si cabe. Benito Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales, se refiere a él, aunque no de forma muy entusiasta precisamente. Siempre controvertido y algo extravagante, tuvo una participación considerable, perteneciendo a tres comisiones. En el debate sobre el principio de soberanía nacional sostuvo que la autoridad de la Nación era superior a la del Rey. Asimismo, se opuso a la práctica de exención en metálico del servicio de armas, por considerarla injusta, y propugnó una reforma agraria de matiz socializador. Fue uno de los firmantes de la Constitución, muriendo en Cádiz el 18 de junio de 1825.

ARCOS DE LA FRONTERA:

Máximo Maldonado, canónigo de la catedral de Guadalajara (Méjico) y diputado por el Virreinato de Nueva España, fue uno de los veintiún diputados mejicanos presentes en las Cortes de Cádiz. Encontrándose en Arcos, camino de la Serranía de Ronda, murió en dicha ciudad el 20 de junio de 1813, siendo enterrado en ella con todos los honores correspondientes a su condición de diputado. Este gesto humanitario de Arcos de la Frontera fue reconocido con el mayor de los elogios en una solemne declaración de las Cortes en su sesión del 23 de junio de 1813. En dicha sesión el también diputado mejicano José Miguel Ramos Arizpe, en nombre de los 67 diputados que comprendía la representación hispanoamericana en aquellas Cortes expresó que:

"La gratitud de los españoles de Ultramar será eterna para con la ciudad de Arcos, cuyo proceder estrecharía cada vez más los círculos de fraternidad que deberán reunir a los españoles de Ambos mundos".

Este documento, de tan especial significación, se complementa con la noble actuación del Ayuntamiento de la ciudad, como se desprende de la partida de defunción de Máximo Maldonado:

"Se enterró su cadáver en el sitio acostumbrado, celebrando su funeral con la mayor y más antigua de Nuestra Señora de Santa María, en compañía del de la Parroquial del Señor de san Pedro, en la mañana del día veintidós (junio). Concurrió el Ayuntamiento Constitucional, habiendo convidado a las Comunidades, empleados públicos y demás particulares de distinción".

Por todo ello y porque este hecho singular sea lo suficientemente conocido, creo de justicia que tenga también su debido reconocimiento.

CHICLANA DE LA FRONTERA:

Aunque esta localidad fue un punto significativo de las fuerzas francesas que, al mando del general Víctor y por orden del general Soult, asediaron Cádiz desde principios de febrero de 1810 hasta el 25 de agosto de 1812, lo cierto es que, una vez levantado el sitio, Chiclana fue un importante punto de reunión clandestina de los conspiradores hispanoamericanos en su lucha por la independencia de la corona española. Muy relacionados con la masonería la mayor parte de ellos, destacan los diputados Domingo Caicedo y José Alvarez de Toledo, ambos fugados de las Cortes, aunque el protagonismo mayor correspondió a otros diputados como el argentino Manuel Rodrigo, el quiteño Puñonrrostro, el mejicano Sabariego o el Marqués de San Felipe, Grande de España. Todos ellos debieron pertenecer a la logia de los Caballeros Racionales y algunos a la Guadalupana. Tampoco debió serles ajeno el ecuatoriano José Mejía Lequerica, masón según el testimonio de Alcalá Galiano, y uno de los diputados más brillantes de aquellas Cortes.

EL PUERTO DE SANTA MARÍA:

El diputado por Burgos, Francisco Aguiriano y Gómez, Obispo de Calahorra y la Calzada, fue un destacado diputado absolutista partidario de que sólo unas Cortes que comprendieran la reunión de los tres estados, serían las únicas capacitadas para dictar las leyes. Muy remiso a admitir el principio de soberanía nacional, defendió constantemente los intereses del Papa frente a la potestad de los obispos, exponiendo la necesidad de un Concilio Nacional, dado que consideraba como una verdadera corrupción de costumbres la situación por la que atravesaba el clero. Partidario de la Inquisición como valladar contra herejes y masones , mantuvo la tesis de que, gracias a ella se habían evitado muchos más conflictos mayores en España. Murió en el Puerto de Santa María, el 9 de septiembre de 1813. Según su partida de defunción, se le celebró "un funeral con la suntuosidad correspondiente y asistencia de las Reverendísimas Comunidades y del Ilustre Ayuntamiento Constitucional, dándole sepultura en el panteón de la capilla de Nº Padre San Pedro Apóstol".

JEREZ DE LA FRONTERA:

Independientemente del clérigo López Cepero, que fue diputado en las Cortes Ordinarias (1813- 1814), la vinculación de Jerez de la Frontera con las Cortes queda de manifiesto en la figura del diputado Francisco Javier Ocharán, regidor de su Ayuntamiento, aunque figura como representante por Sevilla y que tuvo muy poca significación política. Asimismo el destacado diputado liberal por Zamora, Juan Nicasio Gallego, con motivo de la represión absolutista de Fernando VII en 1814 fue arrestado en Murcia y, por su condición de sacerdote, recluido por cuatro años en la Cartuja jerezana con la mitad de sus rentas, destinándose a los hospitales la otra mitad. Allí mismo escribió su elegía A la muerte del Duque de Fernandina. En 1816 por motivos de salud pasó al convento de Loreto de Sevilla. Murió en Madrid el 9 de enero de 1853. Un año después la Real Academia de la Lengua publicó su obra poética.

PUERTO REAL:

Francisco de la Serna y Salcedo fue un diputado liberal, representante por Ávila. Aunque nacido en Arévalo, era vecino de Puerto Real. Puso de relieve la utilidad y el valor de las guerrillas, destacando que cuantos medios tenían se los habían procurado ellas mismas, pidiendo mayor atención y auxilio por parte de las Cortes. También, apoyó la nueva ley de señoríos al considerarla útil para quitar abusos y necesaria para fomentar la agricultura y evitar los abusos y vejaciones sobre los campesinos. Murió el 9 de abril de 1823.

Asimismo, otro hecho que requiere una investigación más profunda es la actuación del Padre Sobrail, cura portorrealeño, en la rocambolesca y frustrada operación que tuvo por objeto liberar al Fernando VII se su cautiverio en Francia durante la Guerra de la Independencia, retenido por Napoleón, y que el propio Rey denunció.

Con toda seguridad, es muy posible que otros puntos de nuestra provincia guarden en el seno su historia local más de una relación con algún que otro diputado doceañista que, sin embargo, hasta ahora desconocemos. Pero, hasta donde sabemos, creemos una vez más en la necesidad del justo reconocimiento a estos testimonios aquí expresados.

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