La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
de poco un todo
De la batería de reformas educativas del ministro Wert, su propuesta sobre la Formación Profesional ha pasado desapercibida. Suele pasar con la FP. Y podría ser la gran pagana.
La idea de Wert es acabar con 4º de ESO, escindiéndolo en un 1º de Bachillerato y en un 1º de FP, optativos. Algunos dicen que será un irrelevante cambio de nombre. No. Se trata de conseguir -aunque disimulando- un curso más al que accedan desde el principio los alumnos más brillantes, desplazando (hablemos claro) a aquellos que tienen que estar aún en la obligatoria hacia una FP que corre el riesgo de convertirse en un cajón de sastre. Se conseguiría la tan deseada como temida agrupación por nivel académico, aunque de forma vergonzante. Como están ahora, los Ciclos Formativos de Grado Medio ya acogen, es cierto, a los alumnos que no hacen Bachillerato, pero, como han acabado la educación obligatoria, son sólo los que quieren y sólo porque quieren. Eso explica el alto nivel de motivación y de compromiso de esos alumnos, en líneas generales, sobre todo cuando han pasado los primeros meses y los que pensaban que aquello era 5º de ESO se escabullen. Hoy por hoy los resultados son muy buenos. Hacer que los Ciclos Medios comiencen con todo un primer curso con muchísimos alumnos obligados a asistir es reventar la FP y, sobre todo, desfondar la ilusión de quienes descubren en ella la oportunidad de cumplir con sus aspiraciones profesionales más serias. Sin embargo, como el ministro no ha concretado mucho, todavía hay margen para que la suya sea una reforma sensata. ¿Cómo? Manteniendo esa apuesta por la excelencia de un bachillerato de tres años, pero sin tocar los Ciclos Medios ni los Superiores. Pequeñas mejoras sí serían bienvenidas. O incluso añadir un año más, pero por el otro extremo, sumando más meses de prácticas en las empresas, copiando el modelo alemán. Para sustituir a 4º de ESO, se podría crear un Ciclo Básico, que compaginase tres objetivos: primero, serviría de curso preparatorio para ingresar en los Ciclos Medios, trabajando más las materias instrumentales según optativas adaptadas a las necesidades específicas de las distintas familias profesionales; segundo, se adquirían (y certificarían) unas habilidades laborales básicas, que faciliten el acceso a un primer puesto de trabajo; y por último, daría una capacitación profesional común básica: seguridad e higiene, inglés, habilidades sociales, conocimiento del entorno económico, etc. Se alcanzaría así el objetivo prioritario y encubierto de la metamorfosis de 4º de Secundaria, que es concentrar a los alumnos más estudiosos para subir el nivel, pero sin perjudicar a los otros, que conseguirían una preparación académica orientada hacia la FP y, en todo caso, una titulación profesional mínima. Y sin desvirtuar para ello a los Ciclos Medios ni dificultar el trabajo de sus aplicados alumnos, por favor.
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