Dos cronistas de Chiclana

Aprincipios de los años ochenta del pasado siglo nos sorprendía a muchos lo poco que se había escrito sobre la historia de Chiclana y estábamos convencidos de que una de las razones fundamentales era el abandono tan brutal que había sufrido el archivo municipal durante muchísimos años. Era prácticamente imposible manejar la documentación que un cuartito pequeño y oscuro, al que con mucha imaginación se le llamaba archivo, podía contener.

De 1983 a 1986, se traslada toda la documentación a la vivienda de "el campito", donde se limpia, se ordena y se inventaría. Mientras, se adecentan las instalaciones en el edificio del Ayuntamiento y se instalan nuevas estanterías rodantes para realizar un mejor aprovechamiento del espacio. En la actualidad el archivo municipal se encuentra en los bajos de uno de los bloques de la Urbanización La Carabina, concretamente en el M-3. P-1de dicha urbanización.

La puesta a disposición de los estudiosos de la historia de Chiclana de todos estos documentos comenzó pronto a dar sus frutos, siendo la labor realizada por el profesor e historiador Domingo Bohórquez Jiménez la más importante, tanto por su magnitud, como por el rigor y profundidad de sus investigaciones.

Domingo, aunque nació en el municipio cacereño de Valencia de Alcántara, pasó casi toda su vida en nuestra ciudad, donde vino como profesor al colegio de "Los Remedios"; durante años dirigió la revista "El trovador" y fue corresponsal de Diario de Cádiz. Además de su obra sobre el convento de Jesús Nazareno de las Agustinas recoletas y sobre su fundadora, nos dejó una extensa bibliografía sobre Chiclana y su historia. Sus documentados libros: "El ducado de Medina Sidonia en la edad moderna"; "Gobierno y hacienda municipal en el Ducado de Medina Sidonia"; "Chiclana de la Frontera, Geografía, Historia, Urbanismo y Arte"; "Sancti-Petri de ayer y de hoy"; y "Chiclana de la Frontera en la historiografía del siglo XIX" son lectura y consulta obligada para todo aquel que quiera conocer o analizar la dilatada y amena historia de nuestro municipio y sus gentes. La gran amistad que mantenía con Fernando Quiñones y su familia hizo que fuera el gran impulsor de la fundación que lleva el nombre del preciado poeta y novelista chiclanero. Dirigió esta fundación hasta su trágica e inesperada muerte, ocurrida el 18 de abril de 2001, cuando tan solo contaba con 50 años.

Si esto sucedía a finales del siglo XX, ya se había producido en Chiclana, al concluir el siglo XIX, un cierto despertar de una minoría por la cultura, las letras y la poesía, al mismo tiempo que por la historia de la ciudad. Seguro que el hecho de que el 8 de agosto de 1876 el rey Alfonso XII otorgara a la villa de Chiclana el título de ciudad ayudaría al nacimiento de esta movida cultural.

José Guillermo Autrán Jiménez ha sido considerado como el historiador de nuestra ciudad del siglo XIX. Nació en nuestra aun villa en la primavera de 1860. Cursó estudios en Sevilla que, una vez finalizados, le sirvieron para recorrer Madrid, Filipinas y África, ejerciendo unas veces como periodista, otras como secretario particular e incluso otras como funcionario público. En Chiclana vuelve a aparecer en 1898 solicitando al Ayuntamiento ayuda y colaboración para escribir y editar unos "Apuntes sobre la historia de Chiclana". Autrán consigue publicar esta primera historia chiclanera mediante tres fascículos que vieron la luz en septiembre, octubre y noviembre de 1898, a los que tituló "Monografía de Chiclana de la Frontera". Se imprimieron en Cádiz y se vendieron al precio de 1,5 pesetas cada fascículo. También fue corresponsal de Diario de Cádiz y presidente del Ateneo. En 1901, el pleno municipal lo nombra Cronista de la ciudad, asignándole una gratificación anual de 999 pesetas, ya en 1904 lo proponen como secretario interino del Ayuntamiento.

Autrán, como Domingo Bohórquez, también murió prematuramente a la edad de 46 años y como aquel de una enfermedad coronaria, tal vez un infarto.