Rafael / Gómez / Ojeda

Policía Local

EL ALAMBIQUE

17 de mayo 2008 - 01:00

TODO el que me conoce comprenderá que al escribir sobre la Policía local de El Puerto lo hago con conocimiento de causa. O algo así. En una ocasión manifesté en público que el cuerpo de Policía Local era distinto a los demás al tener diferentes cometidos, y nunca será auxiliar a ninguno de ellos. Esto molestó a más de un mando de la Nacional.

La Policía Local tiene como principal cometido hacer cumplir los decretos de Alcaldía, ayudar y orientar al ciudadano que requiera sus servicios y, llegado el caso, impedir la comisión de un delito. Servicios que deben ser prestados con diligencia, educación, compostura y siempre intentando alejar la imagen de ser un cuerpo represivo. Últimamente vienen apareciendo en los medios de comunicación noticias contradictorias y nada agradables sobre cuestiones que afectan a los policías de El Puerto. Desconociendo la situación concreta de lo que puede estar pasando en su interior, no voy a inclinar mi opinión a favor de los sindicatos policiales ni a favor de los mandos políticos. Solamente reclamar la atención de ambos en beneficio del ciudadano y en el respeto al principio de autoridad; la de los agentes en la calle y la del alcalde como jefe máximo. Es cierto que los agentes al cumplir con su cometido son diana de muchas críticas: o se les reprocha su ausencia cuando son requeridos o su presencia cuando cometemos alguna infracción. ¡Cientos de vehículos estorbando y sólo se fijan en el mío!

Sin pretender dar lecciones a ninguna de las partes, considero que en la actual situación se impone el diálogo. El político responsable de este cuerpo deberá plantear -no imponer- sus criterios, pero oyendo sugerencias apoyadas en experiencias que él desconoce, y la plantilla en acatar las directrices políticas acoplándolas lo mejor posible a su trabajo y a los medios disponibles. La imposición por ambos lados solo lleva a un laberinto de difícil solución y al final se quiebra el principio de autoridad de ambos en perjuicio de los ciudadanos y de la mala imagen de nuestra ciudad. Diálogo, cordura y buen servicio.

stats