Pedro G. / Tuero / Gontu66@ Hotmail.com

Sombras y destellos

desde mi cierro

01 de septiembre 2012 - 01:00

Ydigo yo que, después de unos sábados de vacaciones en los que no me he asomado desde este cierro, nada de lo que había hace veinte días ha cambiado. Mi pajarito sigue muerto; La Isla tan sola y triste, aunque el alcalde diga lo contrario; el tranvía fantasma no aparece, pero continúa apestando, y Perete, mi amigo, aún apenado y compungido por la reciente muerte de su madre, una gran y excelente señora. Mi cierro caliente y despintado, los cristales empañados de mierda y de palominos depósitos, sus visillos marchitos y tiesos de polvo, y nadie pasa por aquí. Aquella calle Real sin tranvía no tiene nada que ver con esta, que hay tranvía pero no se ve. La radio y la prensa que siguen con lo mismo, que si la prima baja o si el puto rescate llega. Mi vecino que continúa disfrazándose, ora de cazador, ora de pescador y, a veces, hasta con corbata. El gorrismo sigue imperando tanto que, este pobre y quemado escribidor, ya se pone un güito en la playa, cosas de la edad, por aquello de que tanto sol no es bueno para las entendederas. Y este agosto con más calor que nunca, tan asqueroso y repugnante como siempre. El madrileñismo paleto invadiendo estos pueblos y como locos comprando en los mercados locales a precios de pacotilla. Mi hermano Duarte buscándome y no me encuentra, tan perdido como un dinosaurio en las Canteras, me dice. En política, más gresca, aquí, en Cádiz y en Chiclana, por parte de los socialistas digo, porque los de siempre no quieren dejar de serlo y el "griñanismo" de "eres" y más ladrones, pesa mucho. El loco de Marinaleda asaltando supermercados y bancos, con la aquiescencia de todos aquellos que forman parte del mismo manicomio de cohabitados rojos y anacrónicos. Mientras tanto nuestro desmemoriado alcalde y todopoderoso presidente, "valdeando" junto al prodigioso señor López a los "juntos" de esta atracada y asaltada Andalucía. Y, para colmo, la familia que regenta la cafetería aledaña a este cierro, se ha ido de vacaciones a Almería y me han dejado la calle más sola y aburrida que el alma de Penélope.

Pero, mi abandonado lector, no todo ha sido y es tan oscuro ni tan nefasto. El ratón Pérez ya ha visitado tres veces a Laura, mi adorada nieta, en un solo mes. Ya es una mujercita que ha cumplido sus seis años y es mi verdadero y más íntimo orgullo. Sin embargo, Agaila, mi otra acogida nieta, ya se marchó a su campamento saharaui con su familia y nos ha dejado a todos con un sabor amargo y melancólico, aunque siempre en la esperanza de su regreso, pese a que el tiempo es muy dilatado aún. Antonio, mi yerno, mandamás de la Hermandad chiclanera del Rocío, contentísimo, porque ya tiene a su bonita Virgen con los típicos atuendos de pastora allá en Almonte. Sombras, muchas más que destellos. Tristezas y cabreos más que satisfacciones. Y esto es lo que hay, atribulado lector. Mejor sería quitarse de en medio e irse a pescar a las islas Mauricio, aunque ya a mí me pilla algo mayorcito, y además no tengo caña. No sé.

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