Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Política decente
Tribuna Libre
EL pasado 8 de marzo el Diario de Cádiz publicaba un artículo de opinión de la concejala del Partido Popular y teniente de Alcaldesa del Área de Familia del Ayuntamiento de Cádiz, Mercedes Colombo, que no quiero dejar de responder por su título, Igualdad de escaparate, por el final del texto "sin dobles lenguajes", y por la hipocresía y la doble vara de medir que hay en cada una de las frases que conforman ese artículo.
Desde hace dieciocho años, Mercedes Colombo, comparte junto con la alcaldesa de Cádiz bancada de gobierno en el Ayuntamiento, y es responsable del área de igualdad en una de las ciudades con mayor desempleo femenino de la provincia de Cádiz, y en la que las jóvenes tienen como única oportunidad coger las maletas, marcharse y dejar atrás a sus familias. Y en la actualidad es vicepresidenta de la Diputación en una provincia con 40,63% de desempleo -14 puntos por encima de la media nacional-. Pero ella habla de los datos del paro en Andalucía -que son para tirar de las orejas a mis dirigentes autonómicos- eludiendo pronunciarse sobre los datos provinciales. De este modo, Mercedes Colombo usa nuevamente una cortina de humo para no tener que mostrar ni un ápice de preocupación por los datos de Cádiz, de los que tan responsable es, al igual que todos los dirigentes del Partido Popular de esta provincia.
Critica la señora Colombo, con razón, la frase recientemente utilizada por el secretario de organización socialista de Huelva, en la que señalaba que la ministra de Trabajo estaba mejor "haciendo punto de cruz", o la nefasta expresión que utilizó el actual vicepresidente de la Junta de Andalucía para referirse a la ex delegada de Educación. Pero olvida referirse a la expresión machista que utilizó su compañero de partido, alcalde de Valladolid, para referirse a los morritos de la ex ministra de Sanidad, Leire Pajín. O cuando antes de las manifestaciones de este cargo institucional del PP, hizo las propias el afamado periodista con tintes de misoginia, Antonio Burgos, en su artículo de opinión en octubre de 2010 'En mi barrio hubo primarias', en el que manifestaba ofensas vejatorias, machistas y sexistas también hacia la ex ministra. Mantuvo entonces la señora Colombo un pavoroso silencio ante la petición del grupo socialista en 2010 de convocar al Observatorio Municipal de la Mujer, que ella preside, para debatir sobre esta situación, ahí está la denuncia sin que se le haya dado trámite -dos años y medio después estará en el fondo o muy al fondo de una papelera de la Fundación municipal de la Mujer-.
Olvida también la señora Colombo que su partido contaba hasta hace unos años con el único cargo público condenado por acoso sexual. Me refiero a Ismael Álvarez, alcalde de Ponferrada, defendido por el PP hasta su condena en el 'Caso Nevenka', aunque hoy tenga que mostrar mi rechazo al pacto que el PSOE de Ponferrada haya hecho con este acosador condenado. Esto sí es hablar sin dobles lenguajes.
Pero me quedo traspuesta cuando la señora Colombo critica la utilización de la reforma laboral por el PSOE de San Fernando. ¿Se puede hablar con más hipocresía? Jamás debió utilizarse esta denigrante reforma laboral por la agrupación socialista de San Fernando para modificar las condiciones laborales a mi compañera Dori Rego. Repugnante decisión en lo que se refiere al cambio de horario laboral, que vulnera su conciliación laboral y familiar. Pero, ante esta crítica Mercedes Colombo habrá querido decir que está en contra de la reforma laboral aprobada por el peor gobierno de la democracia, que recorta derechos laborales a todos los trabajadores y en especial a las mujeres, que permite que la clase obrera esté más desprotegida que nunca ante una clase empresarial dirigida por empresarios "tipos" como Arturo Fernández o Díaz Ferrán, que exprimen a las empleadas, las empobrecen y recrudecen su maltrecha situación laboral.
Pero más traspuesta me quedo cuando se atreve a hablar de los porcentajes de igualdad en los gobiernos de Zapatero. Ella, que pertenece a un grupo municipal que en la actualidad de diecisiete concejales/as tiene cinco mujeres y doce hombres, o que pertenece a un gobierno municipal cuyas empresas municipales no cumplen con el principio de representación equilibrada de mujeres y hombres en su consejos de administración, siendo todas presididas por concejales varones. A todo esto, habla de esta cuestión, teniendo en cuenta que el Partido Popular, y Teófila Martínez como senadora, se abstuvieron en la tramitación de la Ley de Igualdad que se aprobó siendo ministra Bibiana Aído.
Y es que son muchas las medidas que el Partido Popular desde el Gobierno central está tomando en detrimento de la igualdad entre mujeres y hombres. Si la justicia deja ser gratuita para las mujeres que sufren violencia de género es por una imposición del gobierno central al regular la Ley de Tasas y no permitir modificación alguna, imperando su aplastante mayoría en el Congreso de los Diputados, que a veces, es ejercida como una mayoría absolutista. Si las mujeres con formación cualificada no encuentran trabajo es porque su partido en el gobierno central ha aprobado una reforma laboral que en nada está dando los resultados prometidos, de generación de empleo, sino de empeoramiento de la situación laboral de los trabajadores, y en especial de las mujeres, como en el caso de las mujeres vinculadas al sector laboral de la dependencia, que han pasado a ser trabajadoras "ilegales" financiadas por el Estado, o con el retraso de la implantación de la Ley de Dependencia, que ha devuelto a la dura realidad a muchas mujeres de ejercer un trabajo sin reconocimiento social y salarial. O si no se construyen guarderías o no se conciertan por la Junta de Andalucía será por la supresión del Plan Educa 3 del gobierno central cuando Mariano Rajoy tomó posesión de la Presidencia del Gobierno. Y podría seguir con muchos más ejemplos.
Ante la lucha que aún nos queda por delante, las mujeres, y más las que ostentamos representación institucional, no podemos ser feministas sectarias, y hay que hablar sin dobles lenguajes, reprochar a quienes están en nuestra organización de militancia sus compartimientos machistas como los haríamos con el que milita en el de enfrente. Y hay que reprochar las medidas tomadas por nuestros gobiernos cuando tomen decisiones que afectan al presente y al futuro de las mujeres, como está ocurriendo con el gobierno del PP. ¿Sería capaz de utilizar su artillería la señora Colombo contra su gobierno?... no lo creo. Porque en la defensa de la igualdad entre mujeres y hombres, no valen las consignas partitidistas. Esto sí que es hablar sin dobles lenguajes.
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