Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Los que manejan el mundo
La quinta columna
EDWARD Snowden, asesor de la CIA y la NSA norteamericanas, ha destapado, por intereses que no están muy claros, el sistema de escuchas PRISM empleado por los Estados Unidos para controlar las comunicaciones de medio mundo.
Por poco que sepan mis lectores del tema, no se les escapa que, cuando se dice que se controlaron sesenta millones de comunicaciones en España en un solo año, no equivale a que todas y cada una de las conversaciones fueron o van a ser escuchadas, eso no funciona así.
Los sistemas de escuchas utilizados por prácticamente la totalidad de Servicios Secretos y Policías, más o menos avanzados según las posibilidades técnicas y económicas del país o sus aliados, emplean "palabras clave" relacionadas con el tema que se pretenda controlar: terrorismo, industria, política, comercio, o cualquier otro de interés nacional.
Estas palabras claves activan, al ser detectadas, el sistema de grabación empleado, (nadie pensará que hay millones de funcionarios con los cascos puestos a turnos de ocho horas) y establecen una traza del comunicante. La reincidencia, frecuencia, y los interlocutores, detectado todo automáticamente, establecerán si se trata de un posible objetivo.
Es decir, solo se escuchan o leen las comunicaciones previamente seleccionadas por el sistema, lo que supone un muy bajo tanto por ciento de lo intervenido, lo demás se borra automáticamente pasado un tiempo.
Tampoco se entiende el escándalo y la alarma ahora de los dirigentes occidentales supuestamente espiados. No es nada nuevo. Baste recordar la sentencia del juicio al recientemente fallecido General Manglano, cuando era Director del CESID, en 1995, por escuchas ilegales, en la que puede leerse: "La realización de escuchas durante años a una infinidad de ciudadanos". Y eso hace ya casi veinte años.
El pasado 28 de Octubre se inició el juicio a dos periodistas ingleses, Brooks y Coulson, ex directores de News of the World, y el segundo de ellos ex jefe de prensa del Primer Ministro David Cameron, de quien ambos son amigos, por escuchas ilegales de buzones de voz móviles entre 2000 y 2006.
No sé de que se escandalizan políticos y periodistas. Todos espían a todos. Bueno, el que puede.
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