Cinco tests

EL Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz llegó a pensar en su día que el ascenso de Fran González a la portavocía del Grupo Municipal Socialista podría facilitar un mayor entendimiento en los asuntos de ciudad que dependían de administraciones socialistas. Alguien que fuera capaz de discernir entre lo importante para la ciudad y los intereses -legítimos- de su partido.

Los últimos movimientos del secretario local del PSOE de Cádiz han derribado definitivamente esas expectativas. Y lo hace Fran González alimentando la teoría de que es una especie de alguien ajeno a la ciudad que acaba de llegar a Cádiz. Esto que digo puede parecer un exabrupto de la lucha entre partidos, pero no lo es. Y no lo es porque, de otra manera, es imposible explicarse cómo tengo yo ahora que contarle la historia reciente de las relaciones entre Teófila y los socialistas gaditanos: los que quisieron ayudar a su ciudad desde sus cargos de responsabilidad, y los que prefirieron seguir la estrategia conocida y debatida ampliamente en el seno de los comités socialistas locales, provinciales y regionales desde hace lustros de... 'perjudica a Cádiz, que así echaremos a Teófila'.

Para que esta tribuna no se haga enciclopédica destaco solo cuatro ejemplos:

Uno: Hace muchos años alguien en la Junta le pidió a Teófila hacer un convenio de instalaciones deportivas; se elaboró, firmó y ejecutó: para ello el Ayuntamiento le compró a la Autoridad Portuaria los terrenos del Club Náutico por un millón de euros, le construyó a la Junta el IES Náutico y se lo cambió -entre otras cosas- por el terreno del IES La Viña que ahora la delegada de Cultura nos quiere volver a cobrar por cuatro millones de euros.

Dos: Otro día, en concreto un día de Erizada por la mañana, vino Chaves a decir que quería construir un hospital pero que tenía que cambiar medio PGOU, poner residencial el actual hospital Puerta del Mar, poner equipamiento sanitario lo que fue CASA, que se intercambiaran el gobierno y la Junta los solares y que se le pusiera un perejil. Se le cambió todo, se intercambió todo y se le puso el perejil. Ahí está el no hospital.

Tres: Antes de lo de Chaves, su antecesor en el cargo, el señor Román, cuando presidía Diputación, intercambió la Institución por la Audiencia, vendió un Instituto -el Valcárcel- a una cadena hotelera y se fue al periódico a pedirle a Teófila que la Institución la pusiera como equipamiento administrativo para Ciudad de la Justicia, que a la cadena hotelera le cambiara el Valcárcel para hotel y que iba a construir un parking en La Viña además de invertir la mitad del dinero que sacara. Se le cambió todo y ahí está la no Ciudad de la Justicia, el no Valcárcel, el no parking de la Viña y la no inversión en la Viña.

Cuatro: Antes que Chaves y antes que Román, cuando Teófila Martínez expropió al Estado los terrenos ociosos de Astilleros para hacer un nuevo barrio en Cádiz, alguien de la Junta le pidió terrenos allí para construir viviendas sociales a cambio de darle unas cuantas viviendas allí. El Ayuntamiento le cede gratis el terreno, y luego dice la Junta que no les va a dar todas las viviendas, que el resto se las va a dar en Matadero; un terreno municipal que también el Ayuntamiento le cede gratis: doce años hemos estado esperando. Doce años y un día, como una condena, pero en vez de un reo a 102 familias gaditanas que han estado esperando su vivienda. Ahora la Junta quiere cobrarle al Ayuntamiento el llamado triángulo de Puntales.

En fin, todo esto que cuento aquí -que repito, son cuatro de cientos de ejemplos por no apabullar- lo saben en Cádiz la mayoría de los ciudadanos que quieren saberlo. Pero Fran González no lo sabe. ¿Por joven? No creo ¿Porque es verdad que es un forastero acabado de llegar del planeta Juventudes Socialistas a Cádiz? Tampoco lo creo, sinceramente. De hecho creo que Fran González sí sabe todo esto pero prefiere seguir la senda de la mentira y la estrategia antes mencionada del 'perjudica a Cádiz, que así echaremos a Teófila'. Una estrategia por cierto que siempre han usado los que han perdido ante Teófila.

Lo bueno para Cádiz y lo malo para él es que los gaditanos sí saben cómo es Teófila y por eso, cada cuatro años, Teófila supera un test. Lo supera con una mayoría amplísima. Y van cinco. Fran González aún no ha superado ninguno. Y aún está por ver que su compañera de escaño, Marta Meléndez -que no sabemos aún si se ha puesto de acuerdo con Fran González y con López Gil sobre dónde poner el Museo del Carnaval- no quiera y pueda dejarle que se presente a su primer test. Pero eso es un problema de Fran González. Lo único cierto es que no está en disposición de dar lecciones de responsabilidad y de defensa de la ciudad a Teófila Martínez.