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TENDREMOS ocasión de recordar los diferentes actos que se han celebrado con motivo del centenario del nacimiento de Julián Marías, pues aunque no somos proclives en el reconocimiento de nuestros pensadores, es menester tener en cuenta que durante este año se han celebrado algunas Jornadas de Estudios en torno a su obra. Recordaremos el acto que se celebró en el mes de junio en el Centro Cultural Galileo, en el que se presentó un número especial de Cuenta y Razón, revista que fundó el propio Julián Marías, y que denominó con este título que expresa su filosofía: poner la razón en lo que está sucediendo a nuestro alrededor y dar cuenta de ello. Fundaciones, como la de Ortega-Marañón, instituciones, como el Casino de Madrid, también homenajearon la obra de este maestro que, siendo de Valladolid, perteneció a la Escuela de Madrid y vivió como madrileño dando cuenta como académico, como crítico de cine, como inmejorable conferenciante, como columnista de ABC de lo que sucedía y lo que desentrañaba de la vida nacional y madrileña. La Universidad Complutense y su Facultad de Filosofía, donde Marías fue discípulo de Ortega, recordó también su obra, su discipulado con Ortega, García Morente, Besteiro, Zubiri, Gaos, figuras intelectuales de un tiempo que supo poner la filosofía española "a la altura de los tiempos", a la altura de todo lo que se estaba investigando en Europa. La universidad católica de Valencia también ha dedicado tres jornadas a la obra de este pensador, que nace en 1914 y fallece en Madrid el 15 de diciembre de 2005.
Para sólo halar de la filosofía destacaremos la Antropología metafísica de Marías, la primera de carácter dual, es decir, que explica desde la raíz que se puede ser persona de manera masculina y femenina. Marías ha hablado de la forma de vida masculina y femenina, porque subraya la complementariedad en el proyecto global de ser persona. Este proyecto dual se manifiesta de forma más patente en el rostro humano, que es mínimamente sexual, pero máximamente sexuado. "Sexuado" es uno de los términos aportados por Julián Marías para comprender filosóficamente la estructura que abarca toda la persona.
Podríamos decir que los grandes temas de la filosofía de Marías han sido desde el origen: Dios y la persona, con estas publicaciones abre y cierra el discurrir de su filosofía. Dios será la vocación de la persona, pues es su realidad más íntima y constitutiva. Este tratamiento acerca de Dios evidencia la importancia de la persona. El mismo Julián Marías lo afirma y dice que está presente en su reflexión ética, estética etc; en efecto, éstas tienen su sello peculiar pues todas las dimensiones humanas son personales. Nos parece también original la aportación de Marías en el método, pues propone como punto de partida no los conceptos, sino la evidencia con la que la realidad personal se manifiesta, los conceptos vienen después, éstos han de dar cuenta de dicha evidencia.
En definitiva un gran filósofo y, especialmente, una gran persona que llenó con su personalidad la vida académica y cultural de la España del siglo XX.
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