Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Ramón Castro Thomas
Editorial
LA decisión del PSA de abandonar el gobierno municipal de Chiclana deja en minoría al popular Ernesto Marín y coloca al PSOE en una situación muy favorable de cara a recuperar la Alcaldía a través de una moción de censura. Aunque la única edil del PSA ha manifestado que de momento no se plantea esta posibilidad, todo parece indicar que los socialistas ya han llegado a un acuerdo con el partido de Pedro Pacheco y que tan sólo quedan por definir los términos del mismo, que podría traspasar los límites de Chiclana. María de los Ángeles Polanco era la única edil del PSA con facultades de gobierno en la provincia y este partido parece estar dispuesto a sacar buen provecho de ello, pues sería extraño que abandonase sin más el gobierno de Chiclana para estar en la oposición. La decisión de la Mesa Antitransfuguismo sobre Marín no ha hecho sino servir de excusa y acelerar un proceso de descontento interno en un gobierno muy heterogéneo que el independiente Ernesto Marín no ha sabido conducir con habilidad desde el primer momento, pagando al final el precio de su inexperiencia política. La inestabilidad política que se ha vuelto a crear en Chiclana no favorece el desarrollo de los proyectos que necesita poner en marcha esta ciudad, convertida en los últimos años en campo de batalla y objeto de deseo entre los principales partidos. El clima político tan crispado, las acusaciones de actuaciones irregulares que afectan a todos los grupos y la escasa cohesión interna de las formaciones políticas está pasando factura. Queda por ver cuándo, cómo y a qué precio se dará forma al más que probable nuevo gobierno del PSOE; si el candidato más votado en las pasadas elecciones, el socialista José María Román, será finalmente el encargado de recuperar la Alcaldía o se optará por otro candidato que garantice un mayor consenso con IU y PSA; y si la concejal Nadine Fernández dejará de ser considerada tránsfuga en un pacto con el PSOE. La importancia de Chiclana se merecería un esfuerzo de responsabilidad mayor por parte de todos los grupos políticos, pero por lo que se ha visto, hay demasiado en juego en esta Alcaldía y nadie, pase lo que pase, querrá dar la partida por terminada.
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