¡Pedro, por Dios!

LE llaman 'viral', vídeo viral. Cuando alcanza cifras impensables de visionado. Ha ocurrido con el apasionado alegato de Miquel Iceta pidiendo a Pedro Sánchez que resista, que no ceda, que siga con su no sin fisuras a Rajoy. ¡Por Dios, Pedro! Desgañitado, desaforado, desgarrado Iceta. ¡Pedro, por Dios! En Cataluña no se jugaban nada, aparentemente, pero el Secretario General del PSC tuvo ese pasmo, ese SOS, esa angustia. Puede que por ello viendo las televisiones y mirando los mensajes de su móvil la noche del domingo recordara su vídeo viral y empezara a construir su nuevo escenario de supervivencia. ¿Quiénes irán por él, quienes contra su Pedro al que gritaba cuidado, imploraba su resistencia? ¿Es lo que llega, el ajuste de cuentas a los líderes de un partido que se hunde, o han venido hundiendo elección tras elección desde la llegada de Pedro Sánchez? Hay ya puesto un acelerador, el rugido se nota. Demasiados damnificados por la desistencia de miles y miles y miles de antiguos votantes, antiguos simpatizantes. Es la convicción de que todavía no se ha llegado al fondo y eso es algo dificilísimo de metabolizar, de digerir. Pedro Sánchez es un No a Rajoy y al PP pero detrás de ese No lo que hay es el grito desaforado del Secretario General del PSE. Y los resultados electorales del domingo pasado. O sea, ¿cómo se supera esto, qué dirá al Comité Federal cuando toque? Por lo pronto, Luena dos minutos la noche triste y sin admitir preguntas. Con un par.

Galicia y el País Vasco han solucionado sus gobiernos en una noche, la España a la que conforman se ha levantado ayer y hoy con la misma zozobra. Con un horizonte expedito a las terceras elecciones que puedan convertir la antigua locomotora socialista en una vieja máquina de vapor, que allá ellos pero ¿es lo que nos conviene a los españoles? Lo que pase dentro de Ferraz era para que lo televisaran en directo, aprenderíamos todos o se confirmaría lo algunos creíamos saber ya. De cualquier modo hubiera sido grande una dimisión en caliente de Pedro Sánchez, a su lado el esmerado Luena, el contrito Miquel Iceta y demás responsables directos de este hundimiento incomprensible del buque insignia del socialismo democrático que hizo posible una de las etapas más fructíferas y pacíficas de la vida española. ¿Nos equivocamos los ciudadanos votando? Es la otra cuestión a debatir. Sea o no, lo cierto es que España está bloqueada con dos elecciones pero Feijóo y Urkullu mañana irán a sus despachos a seguir construyendo una Galicia y una Euskadi mejor. Rajoy está resignado ya a las terceras pero sin Pedro Sánchez. Posiblemente.