Empanada popular

LLAMA la atención que ni la crisis económica ni el incremento del paro hayan restado intención de voto al PSOE, según las últimas encuestas. Al contrario. Los socialistas han fidelizado a sus electores. Mientras, el PP no despega, no se acerca al partido en el Gobierno por mucho que cada día incide en las responsabilidades del PSOE y pone en cuestión sus tardíos paquetes de medidas. Esta crisis económica mundial no está desgastando a José Luis Rodríguez Zapatero a pesar de que sus efectos en España son más devastadores, sobre todo en el empleo, que en otros países de nuestro entorno. Y mientras, en el PP, encima de que no rascan bola, andan a la gresca y es raro el día en que no se pelean Aguirre con Gallardón o Mayor Oreja con Basagoiti, eso sin contar con las incursiones de un Aznar que parece trabajase ahora para Zapatero, lanzando andanadas como el fichaje de María San Gil para su fundación a poco de las elecciones vascas. La lengua de la tal Nebrera y el posado de Soraya contribuyen a desviar la atención sobre los problemas reales.

La derecha española lleva tiempo sin dar una a derechas desde que el ex presidente dilapidó el crédito de los ciudadanos con decisiones erróneas que podía haberse ahorrado por su bien y el de todos, como el absurdo ‘decretazo’ o la participación en la última guerra de Iraq. Su arrogancia y la pésima gestión del atentado de Atocha hicieron el resto y dejaron la gaviota tocada del ala hasta nuestros días. Junto a ella volaron las expectativas de cambio y alternancia política durante mucho tiempo. Porque la ‘renovación’ de Rajoy no ha fortalecido su liderazgo.

Si con la que está cayendo los españoles confían más en el PSOE que en el PP, está claro que alguien no está haciendo los deberes. Ahora que en Cádiz comienzan los actos del Carnaval, el PP podría celebrar aquí su ‘I Empanada Popular’.