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El día 10 La Isla se la juega. Digo bien: La Isla. Convocar una manifestación para pedir responsabilidades políticas y que no acuda la gente, con lo que ha caído, está cayendo y va a caer en los próximos meses, es darle carta blanca a este gobierno bipartito, enviarle un mensaje equívoco: hay que seguir, ustedes no tienen nada que ver con el presunto robo y con la situación atónita de la ciudad, esto es cosa de resentidos y agoreros, como ha calificado Manuel de Bernardo a quienes estamos por las responsabilidades políticas, la dimisión de la delegada de Hacienda y el Alcalde, y la ruptura del pacto. Por eso los del PSOE van a ir a título personal, no como partido. Y como el PSOE todos los demás partidos menos quienes están aguantando más que un buzo en el bipartito.
La Manifa del día 10 va a ser el punto de inflexión definitivo. Si los cañaíllas no vamos a millares al Paseo del General Lobo y no llenamos la Plaza del Rey hasta la bandera, pacífica, democráticamente, el bipartito durará hasta mayo del 2011, salvo que ocurra algo que mueva al PP a salir del gobierno, algo que salga de la Plaza de San José, digo, del Juzgado que está llevando el asunto del presunto robo de la Caja Municipal. O de la estrategia que hayan adoptado frente al futuro electoral los dirigentes populares.
La Plataforma es lo que es, un grupo de gentes hasta el gorro de que aquí no pase nada con todo lo que ha pasado, y está pasando. Son medio espontáneos, pero gentes cívicas. Los socialistas los animan, y las otras fuerzas políticas extramunicipales también, pero marcan distancias. La política, finalmente, tiene sus propias razones internas para hacer, no hacer o mirar para otro sitio. Pero eso lo sabemos muchos. Y por eso empecé diciendo que la ciudad se la juega: un fracaso de la Manifa del día 10 pondrá una sonrisa en la pareja de baile De Bernardo-Pedemonte que les va a durar hasta más allá de las navidades.
Una acción tan arriesgada como la de llenar las calles de La Isla de gentes que pidan responsabilidades políticas y dimisiones requiere de mucho trabajo de movilización. Cartelería, SMS, boca a boca, e-mails, medios de comunicación, además, cuesta lo suyo. El poder es lo que tiene, que puede. Y los que no pueden, tantas veces, somos los ciudadanos, hasta el momento de poner en la urna nuestra papeleta de voto.
La Manifa del día 10 puede llevarse por delante el cambio, si fracasa. Y digo con toda intención "el cambio" y no pongo un nombre propio, que me da igual. Porque es la ciudad la que necesita ese cambio, así no se puede seguir.
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