La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
La firma invitada
AL cumplirse en estos días el 460 Aniversario de la muerte de San Juan de Dios (1), viene a colación hacer referencia a la presencia de la Orden Hospitalaria en Cádiz, ciudad en la que los hermanos cirujanos y enfermeros que, en apenas cincuenta años, extendieron su obra humanitaria por toda Andalucia y especialmente, con una estrecha y benemérita vinculación con la Armada Española.
Si en los ultimos años del siglo XVI, previos al asalto de 1596, los hermanos de San Juan de Dios, ya se instalan en un pequeño recinto junto a las murallas medievales (2), en la parte de levante de la Plaza Real, su intervención de socorro de heridos y enfermos de la destrozada villa, no hace sino sentar las bases para una presencia permanente, de manera que es el propio cabildo municipal el que ve la conveniencia de ampliar las dependencias destruidas durante el asalto.
Después de algunas discrepancias con los vecinos que tenían sus casas adosadas a la muralla (las ahora descubiertas en las obras para el geriátrico), se aprovecha ésta como muro en el que, a una y otra parte, se levantaría el Convento Hospital de la Santa Misericordia.
"Al lado y hazera que se arrima con la Villa, está el Hospital de la Misericordia (3), las casas del Cabildo, el almacén que la ciudad tiene para los pertrechos de guerra, el alhóndiga, las casas de los corregidores y la cárcel real". Es Agustín de Horozco quien, en su Historia de Cádiz, da cuenta de la existencia del Hospital de la Misericordia: "Cúranse en él los heridos y toda suerte de enfermos de la ciudad i de las naos".
La reconstrucción de Cádiz tras el saqueo, es paralela al crecimiento del Convento Hospital, y se levantan los castillos de Santa Catalina y San Sebastián.
El 9 de junio de 1614, el Cabildo atiende la petición del capitán Juan de Soto, alférez mayor de la Villa, para que se conceda en donación y de manera oficial, la casa hospital con todos sus menesteres, a los hermanos de San Juan de Dios, siendo su primer Superior Fray Francisco Fidel,que transmitió su cargo a fray Pascual Baca.
En aquellos años, y por iniciativa del médico del presidio de Cádiz, Gaspar Toquero, se monta el Corral de Comedias, en unos terrenos existentes en lo que hoy es calle Feduchy, cuyos beneficios van para el sostenimiento del hospital, que tiene necesidad de expansión a todo lo largo de la muralla hasta casi la puerta o arco de los blancos.
Un nuevo intento de asalto a la villa por parte de una escuadra anglo-holandesa, en 1625, hace destacar nuevamente la labor juandediana, dando cobijo a los heridos y a mucha gente enferma recogida en las calles. Pero hay tantos soldados y vecinos enfermos, que el Duque de Medina Sidonia provoca la construcción de un segundo hospital, que alivie al de la Misericordia, en una casa del Cabildo, en Puerto Chico, a poniente del Pópulo.
En la década entre 1630 y 1640, época de grandes epidemias,los hermanos de San Juan de Dios atienden los dos hospitales. La peste diezmó a la Armada apostada en Cádiz, muriendo "doze o catorce todos los días" y se daba orden de lavar toda la ropa con agua caliente con romero y otras plantas olorosas. Los propios frailes se vieron afectados y en 1636 murieron siete, cuatro gaditanos y tres llegados desde Sevilla.
Durante siglo y medio, el hospital de San Juan de Dios es la institución humanitaria más destacada de Cádiz y el siglo XIX comienza con una epidemia de fiebre amarilla, que acaba con la vida de 7.387 vecinos, a pesar de que, por entonces, ya tenían actividad tanto el Hospitalito de Mujeres y como uno en la Segunda Aguada.
Otra epidemia de fiebre se produjo en los meses en que en la Isla comenzaban los debates de las Cortes. De 1.895 enfermos que entraron en el hospital de San Juan de Dios, murieron 525, certificándose que la causa de las muertes, no dependía del Hospital, pero sí de "quienes enviaban tarde a los enfermos".
La contribución de los hermanos de San Juan de Dios continúa en los primeros quince años del XIX, pero tanto la Armada como el Cabildo, consideran que el hospital no tiene suficientes medios para atender el aumento de población y las necesidades de unos y otros, llegando el momento que en 1820 queda suprimida la presencia de la Orden en Cádiz. Se restablece en 1823, pero por poco tiempo, ya que en 1835, el gaditano Juan Álvarez Mendizábal enajena los bienes religiosos. Los hermanos de San Juan de Dios son sustituidos por una 'hermandad' civil de la Santa Caridad, que se hizo cargo del Hospital de la Misericordia, aunque en la memoria colectiva, esa que hace de las cosas de Cádiz una historia viva y permanente, aquel rincón adosado a los muros del Cabildo, que hizo propias las murallas medievales de Cádiz, es conocido desde hace cuatro siglos como Hospital, Iglesia y plaza de San Juan de Dios.
Notas:
1.- San Juan de Dios murió en Granada el 8 de marzo de 1550 y sus restos se veneran en la Basílica de su nombre en la citada ciudad.
2.- En el lugar existía un pequeño hospital que fue cedido a la orden.
3.- Salvador Clavijo y clavijo, en su obra 'Presencia y Nexo' de la Orden Hospitalaria en la Armada Española, reproduce la primera página del 'libro de los enfermos' que entran en el Hospital desde julio de 1599 hasta 1608.
Obras consultadas: Salvador Clavijo y Clavijo (Op.Cit. 1950): 'El Hospital de la Misericordia, vulgo San Juan de Dios' de Mariano de Rétegui; Calles y Plazas de Cádiz, Doctor Thebussem, 1912; 'Cádiz del Setecientos', de Augusto Conte Lacave, 1978. Paco Benitez-Aguilar, 'El agua en Cádiz', 1986. y varias ediciones de 'Guia de Cádiz', de Antonio Arango, y Rosety (1908 y sucesivos).
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