Enrique / Montiel

Una barbaridad

Calle real

09 de mayo 2010 - 01:00

En la maraña de comentarios y el río de pólvora que corrió por La Isla el viernes no quedó claro el motivo principal que ha dinamitado el pacto PP-PA. Las declaraciones de Daniel Nieto el día anterior exigiendo responsabilidades políticas del Alcalde y la delegada de Hacienda por "la barbaridad" del robo de la Caja Municipal también traían una derivada que no ha sido destacada por los medios, en mi opinión. En la intención no estaba la ruptura del pacto sino la dimisión de De Bernardo y Espejo. Fue el fulminante del disparo que ha roto el bipartito. Sí, destaco este aspecto de la cuestión. Daniel Nieto, que ha estado en político digno y responsable, pidió que el pacto con otros actores era posible pero con De Bernardo y Espejo era imposible. Porque los consideraba (Nieto, el PP) responsables políticos del robo.

Manuel María de Bernardo ha mostrado ahora de un modo palmario, con sus reacción fulminante, la clase de político que es: un superviviente nato, alguien que no lleva tantos años en el poder por casualidad, alguien que subordina al poder sus ideas, sus ideales y el futuro de su partido. Un hombre de poder. Es capaz de quedarse en minoría, una minoría exigua de ocho concejales en una Corporación de 25, con tal de mantener el poder que sea. Incluso perdiendo la moción de confianza que le vendrá encima pronto, y que perderá. Puede parar un año La Isla pero él estará en el poder, podrá lo que pueda pero el poder es su alimento y nada lo desviará del poder (ya digo) que pueda.

En un Calle Real de hace muchos meses dimos dos nombres para el futuro de La Isla para superar el robo de la Caja Municipal: Daniel Nieto y Franjo Romero. De algún modo era lo que ahora se ha ventilado. Porque la salida de Pedemonte, que ha sido la que ha mantenido el pacto contra viento y marea, quiero decir contra el sentido común y la obligación política, cerraba el paso a Daniel Nieto como el ansia de poder de De Bernardo lo hacía con Franjo Romero. Se opusieron a la renovación y a otro futuro porque algunos en el poder se convierten en avariciosos, partidarios del famoso "après moi", después de mi, el diluvio…

El robo ha sido definido por Daniel Nieto como "una barbaridad" con responsabilidades políticas, con responsables políticos. De alguna manera equilibra el discurso perverso de esta ciudad nuestra de nuestras culpas el mismo día en que González Cabaña disparaba con fuego graneado y napalm a un PP al que hacía responsable político del robo de la Caja. ¿Alguien duda de por dónde van a ir los tiros? Digo los tiros pero también digo los tirios. Y los troyanos. Los problemas, el futuro de La Isla va a importar menos que este drama irresuelto por el apego al poder de Manuel María de Bernardo Foncubierta. Y la extrema debilidad de su partido, que no lo llama a capítulo, le dice que se vaya.

En fin, y que todo puede empeorar.

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