Monticello
Víctor J. Vázquez
La libertad de expresión del juez
La firma invitada
¿A qué grupo terrorista pertenece? A ninguno. ¿De qué asesinato se le acusa? De ninguno. ¿A quién ha violado o maltratado? A nadie. ¿Qué antecedentes penales tiene? Ninguno.
Entonces, todos os preguntaréis qué ha hecho este hombre para que le pidan diez años de cárcel. Al parecer, cometió muchos errores: el error de venir a Cádiz a buscar trabajo, el error de dejar a sus perros en la maldita perrera de Puerto Real después de preguntar a la Policía Local de Cádiz, el error de mostrar su dolor, rabia e indignación por la muerte de sus perros.
Hay que recordar que la muerte de los tres perros de Simone Righi ha sido crucial para las imputaciones sobre la perrera de Puerto Real, ya que se demostró la utilización del Mioflex (paralizante muscular que producía una muerte lenta y agónica).
A día de hoy, todo aquello se ve lejano, y lo que queda es una petición totalmente desproporcionada de diez años de cárcel. Pero, ¿diez años por qué? Se le acusa de atentado contra la autoridad, cuestión ésta muy discutible para las 2.000 personas que estuvimos presente ese día, además de la presencia de multitud de prensa gráfica y de TV (de la que a propósito, no hay ninguna foto o imagen en la que se vea que agrede a nadie).
Además existen indicios de peso que apoyan la 'no agresión' por parte de Simone Righi. La alcaldesa Teófila Martínez ha declarado que "no fue golpeada por el hombre que reconoció en la rueda" (en referencia a Simone Righi), al tiempo que reconoce que "esta persona se colocó a tal distancia que no podía haberla alcanzado con la mano", lo que demuestra que no hubo agresión.
No soy jurista, pero me consta, para que exista la consideración de atentado contra una autoridad, que debe de darse alguna de las siguientes condiciones: acometimiento, empleo de fuerza, intimidación o resistencia. El "acometimiento" se produce cuando hay un ataque violento. Y no hay ninguna persona de los 2.000 asistentes, ni de la innumerable prensa local y nacional que viese tal agresión.
El "empleo de la fuerza" implica el empleo de una violencia corporal efectiva (golpe, patada, lanzamiento de objeto) para obligar a un agente a hacer lo que no desea. Todos recordamos cómo Simone gritaba "me han matado a mi familia", empuñando un arma muy peligrosa en sus manos, las fotos de sus perros asesinados, y sólo se defendía de cerca de 15 agentes que lo detenían.
La "intimidación", para que sea delito, precisa que sea grave. En este punto, el tema no es si la intimidación es grave o no, la cuestión es que no existió intimidación alguna. Sólo indignación, rabia, dolor e impotencia de todos los asistentes a dicha concentración, al ver las recientes imágenes emitidas en todas las televisiones de las atrocidades que se hacían en la perrera de Puerto Real. Si todos estábamos indignados, ¿cómo no lo iba a estar la persona a quien le asesinaron brutalmente a sus tres perros?
La "resistencia", para que sea delito, también debe de ser grave. Y este hombre, ni estaba atrincherado, ni tiraba piedras, ni disponía de armas. Simplemente se opuso a algo que no entendía, al igual que el resto de los asistentes, y su único delito fue gritar a los cuatro vientos que le habían asesinado a su familia (sus tres perros).
Hoy, el futuro de Simone Righi pende de un hilo, ya le que solicitan diez años de cárcel. Me parece que en un país donde delincuentes habituales entran y salen de la cárcel a diario, donde terroristas, asesinos y violadores tienen en algunos casos condenas irrisorias y donde el cumplimiento de las penas causa vergüenza nacional, no pueden ensañarse con una persona que tras el dolor sufrido por el brutal asesinato de sus perros, sólo se defendió de lo que muchos entendimos como un abuso policial contra su persona.
La Asociación Protectora de Animales PRODEAN-Bahía de Cádiz considera totalmente injusto, desproporcionado y vergonzoso que precisamente en Cádiz, 'cuna de la libertad' y a las puertas de celebrar el Bicentenario de la Constitución de 1812, se puede dictar una sentencia como ésta.
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